Foto: "FOXSPORTS"
Ayer en el programa "La Dimensión Bipolar", que se
emite por Radio de Salón, entrevistamos a Jorge Burruchaga por los 25 años del
cruce entre Argentina y Brasil por los octavos de final de Italia 90. “Burru”,
campeón con la Selección en México 86 y subcampeón en el siguiente mundial,
habló de ese duro partido y también de la final con Alemania que, según
Maradona, Grondona “entregó”.
La Dimensión Bipolar - Cómo recordás aquel partido tan duro,
tan adverso desde el minuto uno hasta el 80, cuando Caniggia convierte el único
gol que le da la victoria a la Argentina
Jorge Burruchaga - Brasil era el gran candidato a llevarse
la copa del mundo. Eran ellos y Alemania del otro lado las dos selecciones que
podían llegar. Y bueno, en octavos de final nos toca enfrentarlos en Turín. Fue
un partido bastante particular porque ellos estaban en un gran nivel y nosotros
veníamos con muchos problemas de lesiones desde el arranque, con un Diego
(Maradona) que ya estaba jugando mermado. En la previa Carlos (Bilardo) nos
había hablado desde lo táctico estratégico de cómo se iba a dar. Y era tal
cual. Hay que recordar que Brasil jugaba con dos líneas de tres en el fondo,
con Branco de un lado y Jorginho del otro, que eran dos aviones. Y lo principal
era neutralizarlos a ellos. Sobre todo pasamos mal el primer tiempo, nos
pasaron por arriba. Nosotros tuvimos una o dos llegadas, pero sabíamos que la
que podíamos tener la podíamos aprovechar, y esa fue una de las claves que
tuvimos en la cabeza. En el segundo tiempo se emparejó, mejoramos y en la que
tuvimos, con la gran jugada de Diego y la definición de “Cani” (Claudio
Caniggia) terminamos ganando un partido que desde la justicia, que sabemos que
en el fútbol no existe, ellos merecían más. Pero nosotros éramos conscientes de
que íbamos a tener, como dijo Carlos, una bala y había que meterla. Logramos
pasar a cuartos de final después de un Argentina - Brasil, con lo que significa
históricamente.
LDB- Hablando mal y pronto y como lo recuerda el hincha, nos
cagaron a pelotazos...
JB - El primer tiempo fue directamente así. Y sabíamos que
iba a ser así. Pero había algo en esa selección argentina, en ese proceso en el
que nos tocó jugar dos finales del mundo: éramos un grupo consciente de
nuestras virtudes y nuestras limitaciones.
Y en ese partido aún más. Sabíamos que la podíamos pasar mal, pero no
tanto como en el primer tiempo. Ya en el segundo tiempo pudimos llevarlos a
nuestro ritmo, a nuestro juego, hasta esa estocada final de “Cani” con la que
se murieron.
- ¿Qué se decían entre ustedes mientras jugaban ese partido
tan adverso?
- Bueno, lo que más nos preocupaba era tratar de neutralizar
a un equipo que se podía comparar al nuestro del 86, que se paraba con un
5-3-2, porque tenían jugadores que eran tremendos en el medio, y en el ataque
tenían a Careca que estaba en un gran momento.
- ¿En algún momento pensaron en salir a pegar?
- No. Sabíamos que pegándoles iba a ser peor. Era tratar de
jugar, de robarles la pelota. Nos
mirábamos y encontrábamos en esas miradas eso que hay que tener a favor. Eso
nos fue dando fuerzas para emparejarlo y después las caras se pasaron para el
lado de ellos, que se lamentaban de lo que habían errado. Después cuando
pasamos nosotros arriba se querían morir. No podían creer que lo estuviéramos
ganando nosotros.
- ¿Y después de ese
partido qué pensaron? ¿“Si pasamos esto podemos pasar cualquier cosa” o,
“bueno, muchachos, jugando así no llegamos a la final ni locos”?
- Lógicamente que ganarle a Brasil nos dio una confianza que
no habíamos tenido en la fase de grupos. Nos tocó una zona complicadísima. Ese
triunfo a nosotros nos dio mucha fuerza y el equipo volvió a crecer. En el
fútbol se necesita no solo jugar y defender bien, sino también tener un estado
de ánimo que nosotros en ese momento no teníamos. Luego de eso nos sentimos mucho más fuertes.
En ese mundial nosotros tuvimos que enfrentar a las mejores selecciones del
momento, con una Yugoslavia que todavía no estaba desunida, a la que le ganamos
por penales jugando ellos con 10 durante una gran parte del partido; o Italia,
que era el anfitrión y ya se veían en la final, faltándonos el respeto a
nosotros como campeones. Paradójicamente con ellos hicimos el mejor partido,
merecimos ganarlo más allá de los penales. Y después llegamos a la final de una
forma épica, porque nadie pensaba que íbamos a llegar, sobre todo después de
haber perdido aquel primer partido contra Camerún.
- Justamente en relación a esa final queríamos preguntarte
acerca de las declaraciones de Maradona, que dijo que en aquel mundial el
presidente de la AFA, Julio Grondona, había “entregado” el partido.
-Yo no sé lo que dijo Diego, ni sé lo que habló con
Grondona. Hoy leí casualmente algunas cosas. Puede haber un montón de
interpretaciones de acuerdo al árbitro que nos tocó en la final. La verdad me
cuesta creer que haya sido así. Yo no hablé con Grondona ni él me dijo esas
palabras. Tampoco se habló nada de eso
en el vestuario, si no yo no me hubiera infiltrado la espalda, arriesgándome a
quedar cuadripléjico o mal. Oscar también y el mismo Diego. Nos matamos por la
Selección; terminamos de pie, con vergüenza. Sí sabíamos que no nos querían en
la final, nos dábamos cuenta que molestábamos, éramos un equipo que no jugaba
bien. Al gringo Giusti lo echaron mal, amonestaron a Caniggia, a Batista, a
Olarticoechea. Llegamos diezmados a esa final y teníamos todas las contras. La
Jugué roto, como tantos otros, pero sin saber que eso (lo del supuesto arreglo)
hubiera ocurrido. La verdad, me cuesta creerlo.
- Bueno, se habló mucho y mal del árbitro Codesal
-En las designaciones de árbitros siempre se dicen esas
cosas. Pero en el primer tiempo no le da
a Alemania un penal claro creo que de “Goyco” (Sergio Goycochea) a
(Klaus) Augenthaler que fue más penal que el que cobró. Después no nos cobra a
nosotros un penal claro que le hacen a Calderón estando ellos 1 a 0 arriba. La
bronca contra el árbitro la tuvimos por el penal que no nos cobró, pero
Alemania ganó y ya está".
- Una pena, Burru, y lo sufrimos como hinchas, pero sabemos
que han dejado todo en la cancha. Ahora, para traerte un poco a la actualidad,
te pregunto por el desempeño de la Selección en la Copa América, después de un
partido contra Jamaica en el que se esperaba mucho más, al menos desde el
marcador.
- El equipo tuvo buenos momentos, lo hemos visto. Hubo tres
grandes primeros tiempos. En algunos partidos se sostuvo un poco más; con
Paraguay estando dos goles arriba no se pudo. Pero también la verdadera copa
empieza ahora. A la clasificación entraban los dos primeros pero también los
dos mejores terceros de cada grupo. Eran muy pocas las chances de que Argentina
no pasara. Yo creo que el verdadero equipo, que pueda sostener el equilibrio,
la intensidad, el poder marcar más de un gol, tiene que aparecer en estos
octavos de final, ante un rival como Colombia, con un técnico que nos conoce
bien, con grandes jugadores. Yo no haría tanto drama como el que se está
haciendo. El “Tata” (Gerardo) Martino,
como cualquier entrenador, está en la búsqueda de corregir cosas; es un proceso
que lleva recién diez partidos y que en los amistosos, si bien tienen otra
importancia, no se lo critica tanto como ahora. Más con una selección que está
necesitada de volver a ganar una copa, con estos jugadores que la componen, que
por distintas circunstancias no han podido lograr nada, a pesar de haber jugado
una final. Yo creo que el análisis hay que hacerlo una vez terminada la copa.
-Pero lo que uno espera es que la gane.
- Es que si la gana y juega mal la gente se va a poner
contenta igual, porque el resultado prima. Y esta Selección no es la excepción.
Pero dentro de ganar también está la manera. Lo importante es que hay potencial
y que este grupo tiene que ganar algo. Yo escuché a (Lionel) Messi decir que
esta generación merece ganar algo. Yo digo que ahí tiene que estar la energía
puesta, para llegar a la final y ganar contra quien sea.
"EMMANUEL GENTILE y FRANCISCO DANIEL BARRAGÁN"
Publicó El Gran Campeón
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