El cabezazo de Messi va a encontrarse con los guantes de
Ospina. (Reuters)/"CLARÍN".
Fue 5-4 en la definición desde los doce pasos luego de haber
empatado 0-0 en los 90 minutos. La Selección había sido mucho más en el juego,
pero le faltó efectividad ante un Ospina que tuvo una actuación consagratoria.
El martes enfrentará al ganador de Brasil-Paraguay por un lugar en la final.
Argentina se clasificó a las semifinales de la Copa América
tras derrotar 5-4 en la definición por penales a Colombia, luego de igualar 0-0
en un encuentro disputado en el estadio Sausalito de Viña del Mar. En la
próxima instancia, el seleccionado dirigido por Gerardo Martino se medirá el
martes, en Concepción, con el ganador del cruce que el sábado sostendrán Brasil
y Paraguay.
Con su alineación de gala y ante un adversario que no
contaba con Radamel Falcao García (José Pekerman optó por mantenerlo en el banco
de entrada), el equipo de Gerardo Martino impuso condiciones desde el inicio,
con control casi exclusivo del balón, buena distribución y búsqueda por las
bandas.
Así, no tardaron en llegar las primeras aproximaciones, que
significaron llamados de atención para los colombianos, aunque sin poner en
serio riesgo al arquero David Ospina. A los 5 minutos Javier Pastore inició la
maniobra en el círculo central y la terminó en el borde del área chica, con un
toque que Ospina envió al córner. En esa salida de esquina, ejecutada por Ángel
Di María, Marcos Rojo ganó arriba, pero su cabezazo salió lejos. Cinco minutos
después, Lionel Messi empezó a exhibir su habilidad: se llevó a la rastra a
tres defensores y combinó con Di María, pero el jugador de Manchester United no
consiguió encontrar al crack de Barcelona para el último toque.
El predominio argentino obligó a Pekerman a meter mano en el
banco para reorganizar a su equipo: cuando solo se habían jugado 23 minutos,
dos después de un enérgico reclamo de Sergio Agüero por una infracción en el
área de Santiago Arias que no sancionó el árbitro mexicano Roberto García y que
le costó la amarilla al Kun, el técnico del combinado colombiano decidió sacar
a Teófilo Gutiérrez y reforzar el mediocampo con Edwin Cardona.
Frente a un rival que no daba garantías en la marca y
recurría sistemáticamente a la infracción para cortar, la Albiceleste gestó la
mejor de la primera etapa a los 26 minutos, cuando Pastore recibió de Javier
Mascherano, se sacó de encima a Cardona, trepó por la derecha y buscó a Agüero
en el área. El delantero de Manchester City anticipó a su marca y se encontró
con el pie salvador de Ospina. El balón quedó servido en el aire para el
cabezazo de Messi, pero el arquero colombiano se recuperó rapidísimo y manoteó
al córner.
Tras media hora lúcida y paciente para la búsqueda, aunque
sin explosión en el último tramo de la cancha, en el cuarto de hora final de la
primera etapa Argentina cayó en la red de su rival, que consiguió ensuciar el
juego y llevarlo al terreno de la fricción constante. Si bien amonestó a cuatro
futbolistas colombianos (Arias, James Rodríguez, Alexander Mejía y Juan
Guillermo Cuadrado), el árbitro permitió que los golpes y las discusiones se
fueran imponiendo al fútbol.
Después de un primer capítulo en el que Argentina remató 10
veces al arco y su rival jamás puso a prueba a Sergio Romero, en el complemento
Colombia, sin renunciar a sus precauciones, se animó a salir del fondo. De
todos modos, el pulso del partido siguió marcándolo el conjunto de Martino,
aunque sin riesgo. Apenas un pase profundo de Messi para Di María, que obligó a
una rápida salida de Ospina (terminó chocando violentamente con el rosarino) y
un tiro libre del capitán argentino que voló sobre el travesaño arrancaron algún
grito de las tribunas, pobladas mayormente por argentinos.
Martino buscó renovar el ataque con el ingreso de Carlos
Tevez por Agüero, aunque no encontró respuestas a la falta de lucidez del
equipo en el complemento, que animó a Colombia. Un cabezazo de Cristian Zapata
obligó a la primera intervención de Romero en el encuentro cuando ya habían
transcurrido 21 minutos del segundo período. Un rato después Pekerman mandó a
la cancha a Radamel Falcao por Jackson Martínez, aunque el jugador emblema del
seleccionado amarillo no influyó.
Sin claridad y a los empujones, Argentina tuvo las últimas
antes de los penales. Primero un derechazo desde fuera del área de Ever Banega
(había reemplazado a Pastore) que rozó el ángulo derecho. Luego un toque en
anticipo de Nicolás Otamendi tras un córner desde la derecha, que Ospina, en
otra enorme intervención, desvió para que luego rebotara en el poste izquierdo,
recorriera la línea y fuera rechazado por Zúñiga. Y finalmente un rechazo de
Zapata quien, apremiado por Tevez, dejó fuera de acción a Ospina y obligó a una
salvada providencial de Jeison Murillo a centímetros de la línea de sentencia,
antes de que Ezequiel Lavezzi (entró por Di María) lograra empujar.
En la definición desde los doce pasos, la efectividad fue
perfecta en las primeras seis ejecuciones, a cargo de James Rodríguez, Falcao y
Cuadrado, del lado de Colombia, y Messi, Ezequiel Garay y Banega, para
Argentina. En el cuarto para los de Pekerman, Luis Muriel la mandó a las nubes.
Lavezzi y Cardona no fallaron, lo que dejó la chance de triunfo en los pies de
Lucas Biglia, pero el mediocampista de Lazio disparó afuera, contra el palo
izquierdo. En la primera tanda del mano a mano, Zúñiga perdió contra Romero y
Marcos Rojo ejecutó por arriba del travesaño. El suspenso se mantenía. Entonces
llegó el turno de Murillo, que disparó altísimo y dejó servido el triunfo para
Tevez, que se sacó la espina que tenía clavada desde la Copa América de 2011 y
le dio el pasaje a semifinales a Argentina.
Fuente Clarín
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