Por Cristian Fernández
Independiente enfrentará a Alianza de Coronel Moldes por los
32avos de la Copa Argentina en medio de un clima más que complicado. Tiene la
obligación única de ganar ante un rival que nada tiene por perder.
Las frases hechas de que adentro de la cancha son once
contra once y que un mal día lo puede tener cualquiera no podrán ser
utilizadas. Definitivamente. Independiente está atravesando una crisis
importante y su DT está en la mira. Es que a las críticas que día a día y
partido a partido le llueven desde la tribuna se le suman los magros resultados
y se torna insostenible.
Pese a que desde la dirigencia varias veces se lo respaldó,
Jorge Almirón sabe que de no darse una serie de resultados próximos todo
empeorará. Y en el horizonte se acerca un partido que a priori no tendría que
traer problemas, sin desmerecer al rival, pero que puede tornarse molesto y
definitorio en el futuro.
Al enfrentarse un equipo enorme como Independiente con uno
muy humilde como Alianza de Coronel Moldes hay mucho prestigio en juego. Porque
la obligación de ganar y golear es casi ineludible, pero ante un resultado
adverso la vergüenza y la situación también.
Debido a una serie de lesiones continuas y a la decisión
propia del entrenador, el Rojo irá con mayoría de suplentes. Enfrente, Alianza
se jugará el partido de su historia. Y los jugadores así lo entienden, por lo
que el plus será trascendental.
Lo cierto es que, si bien, la mayoría da por sentado un
triunfo y piensa en Banfield como una prueba en serio para ver si esta
situación se puede revertir o no, el juego por Copa Argentina es molesto y no
ayudará en nada. Incluso, en la goleada a favor, se lo mirará con reojo, porque
la falta de empatía entre Almirón y los hinchas es notoria y está muy
arraigada.
Fuente Infierno Rojo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.