Por Denis Fabricatore
Hace 100 años, un 30 de marzo de 1915, llegó a este mundo un
jugador que marcó un antes y un después en el deporte que más apasiona a
nuestro país. Se trata del paraguayo Arsenio Pastor Erico, goleador histórico de
Independiente y del fútbol argentino con 295 tantos, quien supo brillar con la
camiseta roja en las décadas de 1930 y 1940. LocoXelRojo lo recuerda en el
centenario de su nacimiento.
“El Saltarín Rojo” desembarcó en Avellaneda a los 19 años,
proveniente de Nacional de Paraguay, y tuvo su debut oficial en Independiente
el 6 de mayo de 1934, nada menos que ante Boca. Si bien no pudo marcar en su
primer partido, cerró ese torneo con 12 goles en 21 partidos. Un anticipo de lo
que vendría tiempo después…
Con 48 tantos en el torneo de 1937, Erico terminó como
máximo artillero por primera vez en su carrera, logro que repitió en 1938 y
1939. En estos dos últimos campeonatos, el paraguayo se convirtió en una pieza
clave para que el Rojo pudiera lograr sus primeros títulos en el
profesionalismo, con la sorprendente cifra de 84 goles en 62 partidos.
El campeonato de 1938 guarda una asombrosa anécdota sobre el
“Paraguayo de Oro”, otro de sus tradicionales apodos en aquellos tiempos. Erico
llegó a los 43 goles cuando todavía quedaban dos fechas para el final, pero no
quiso marcar ni uno más. ¿El motivo? Quería cobrar un premio que otorgaba una
empresa de cigarrillos al jugador que finalizara el certamen con esa misma
cantidad de tantos. De esta manera, cada oportunidad de anotar se la cedía a
sus compañeros de ataque, regalando goles literalmente.
Los años siguientes no tuvieron una cantidad tan excesiva de
festejos, pero su potencial goleador estuvo intacto. Es necesario recordar que
en 1942 se marchó del club por una discusión con los dirigentes y regresó a
Nacional, pero volvió a Independiente pocos meses después. Y fue así como,
entre 1940 y 1946, convirtió 108 goles en 164 partidos, con un promedio de 0,66
tantos por encuentro.
Tras una etapa gloriosa en el Rojo, el paraguayo fue vendido
a Huracán en 1947, donde disputó sólo siete partidos sin marcar goles, cerrando
así su etapa en el fútbol argentino. Dos años más tarde terminó su carrera en
Nacional de Paraguay, club que lo vio nacer como jugador. La exitosa
trayectoria de Arsenio Erico se cerró entonces con 331 goles, de los cuales 295
fueron en Independiente. Cabe aclacar que hasta 2011 se contabilizaban 293
goles en Argentina, pero una investigación del historiador Claudio Keblaitis
-ex vicepresidente 2° del club- dio cuenta de otros 2 tantos del paraguayo que
no le habían sido adjudicados, ambos ante Chacarita en los años 1937 y 1939.
El 23 de julio de 1977, el memorable delantero de
Independiente falleció a los 62 años a causa de un paro cardíaco, luego de
varias complicaciones sanguíneas que habían llevado a los médicos a amputar una
de sus piernas. Un día después, la hinchada del Rojo lo recordó en la victoria
por 2-1 ante River, bajo el canto “¡Se siente, se siente, Erico está
presente!”.
Sus fascinantes jugadas, su técnica inigualable y su temible
presencia en el área rival quedarán en la memoria de aquellos afortunados que
lo vieron defender los colores de Independiente en la antigua Doble Visera,
junto a una poderosa delantera formada por
José Vilarino, Vicente De la Mata, Antonio Sastre y Juan José Zorrilla.
Desde LocoXelRojo, nuestro reconocimiento a uno de los jugadores más
importantes en la historia del fútbol argentino, un orgullo de Independiente,
una verdadera leyenda que hoy cumple 100 años.
Fuente LxR
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