“Los mejores equipos del mundo juegan con un solo punta”,
dijo el entrenador.
Por Favio Verona
Almirón reconoció que Albertengo rinde más acompañado, pero
hará oídos sordos a los pedidos del delantero.
Sembraron incertidumbre las palabras de Jorge Almirón.
Alimentaron las dudas en un momento en el que la coyuntura requiere mayores dosis de certidumbre. En la previa a un partido que será crucial para extinguir la hoguera de la impaciencia, el entrenador desnudó el desconcierto que lo invade en un contexto que no admite vacilaciones.
Su discurso encerró una contradicción que se torna inocultable. Lucas Albertengo remarcó en varias oportunidades que, para explotar sus cualidades, precisa jugar acompañado por otro delantero que se encargue de hacer el trabajo sucio en el área para generarle espacios.
Alimentaron las dudas en un momento en el que la coyuntura requiere mayores dosis de certidumbre. En la previa a un partido que será crucial para extinguir la hoguera de la impaciencia, el entrenador desnudó el desconcierto que lo invade en un contexto que no admite vacilaciones.
Su discurso encerró una contradicción que se torna inocultable. Lucas Albertengo remarcó en varias oportunidades que, para explotar sus cualidades, precisa jugar acompañado por otro delantero que se encargue de hacer el trabajo sucio en el área para generarle espacios.
“Lucas puede jugar solo o con otro atacante para que se
sienta más cómodo”, reconoció ayer el técnico. De todas formas, prefirió omitir
el pedido del jugador y, ante Arsenal, el ex Rafaela deberá ser referencia de
área. “Sé que se siente mejor acompañado. Pero si quiere trascender tiene que
aprender a jugar solo. En el fútbol moderno, los mejores equipos del mundo
juegan con un solo punta”, fue la conclusión a la que arribó Almirón. Durante
el receso, le había remarcado a la CD que, para poder sostener su propuesta,
precisaba incorporar delanteros. Los directivos, seducidos por su proyecto,
aceptaron desprenderse de Penco, el atacante que más había rendido en términos
de productividad.
El técnico ya probó con Lucero y Valencia como acompañantes
de Albertengo, aunque no quedó conforme con sus rendimientos y optó por cambiar
el esquema. Riaño y Benítez (se recupera de un desgarro), tampoco lo convencen.
Si bien antes del comienzo del torneo les había prometido a los dirigentes que
iba a jugar con dos delanteros y decidió confeccionar el plantel para llevar
adelante esa propuesta, sus planes se alteraron en un puñado de partidos.
“Albertengo, contra Unión, jugó muy bien solo”, se defendió
Almirón. Lo cierto es que basta con remitirse a los números para comprobar que
el reclamo del ex Rafaela tiene sustento. Allí convirtió 10 goles en 23
partidos cuando jugó con Diego Vera. Y su promedio de gol bajó cuando su
compañero se fue a Estudiantes y se desarticuló la dupla: gritó 5 goles en 23
partidos.
“No me interesa lo que me pidan los periodistas ni nadie. La idea es que lleguen los volantes, que puedan pisar el área cuando los rivales se tiran atrás. Vamos a llegar tocando”, comentó el DT, quien sabe que el duelo ante Arsenal será crucial para comenzar a redimirse con los hinchas: “Va a ser un partido vital para que la gente esté tranquila y para poder seguir trabajando bien. Debemos cuidar el cero”.
“No me interesa lo que me pidan los periodistas ni nadie. La idea es que lleguen los volantes, que puedan pisar el área cuando los rivales se tiran atrás. Vamos a llegar tocando”, comentó el DT, quien sabe que el duelo ante Arsenal será crucial para comenzar a redimirse con los hinchas: “Va a ser un partido vital para que la gente esté tranquila y para poder seguir trabajando bien. Debemos cuidar el cero”.
Fuente Olé
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