Gracias a sus 295 goles el paraguayo Arsenio Erico es, hasta
hoy, el máximo goleador del fútbol argentino. Los marcó todos con la camiseta
de Independiente entre 1934 y 1946. Fuero 325 partidos.
Rápidamente apodado “El Trampolín de América” por sus saltos
impresionantes, Arsenio Erico se metió en la historia grande de Independiente y
del fútbol argentino gracias a la gran cantidad de goles que marcó. Formó parte
de un equipo fenomenal del Rojo y con 295 tantos logró una cifra inalcanzable
para todos los que vinieron.
Erico arrancó su faena goleadora en 1934. Jugó 21 partidos
en los que marcó 12 goles. Su promedio aumentó considerablemente al año
siguiente en los que gritó 22 en 18 jugados. En 1936 estuvo cerca de convertir
uno por encuentro, porque hizo 21 en 26 juegos.
Entre 1937, 1938 y 1939 se vio su mejor perfomance.
Casualmente en los últimos dos años nombrados Independiente consiguió un
bicampeonato histórico. En el ´37 metió 48 tantos en 34 partidos. El campeonato
siguiente, el primer título local del Rojo en el profesionalismo lo tuvo como
el máximo goleador con 43 gritos en 30 juegos. Una característica de este
torneo fue que Cigarrillos 43 le ofreció un premio al jugador que alcanzaba esa
cantidad de goles exactamente. Erico decidió cortar en 43 su paso goleador para
ganar el premio.
En 1939, infló la red 41 veces en 32 partidos. Luego, en
1940 y 1941 casi tuvo un promedio de un gol por partido ya que marcó 29 en 30 y
26 en 27, respectivamente.
En 1942 no marcó goles y sólo jugó 3 partidos. Los últimos
cuatro años en el club coincidió con un bajón en el rendimiento del equipo
inclusive, pero su promedio goleador se mantuvo en medio gol por partido. Así
fue que en el ´43 metió 17 en 29, en el ´44 12 en 26, en el ´45 20 en 30 y en
el ´46 sólo 4 en 19 juegos.
Hay que señalar también que de sus 295 goles 4 fueron por
Copas Internacionales. En 1938 le marcó uno a Peñarol en la victoria 3-1 por la
Copa Ricardo Aldao. Y, al año siguiente, metió un hat-trick para el 5-0 frente
a Nacional por el mismo torneo.
Además metió otros cuatro tantos en Copas Nacionales. Le
hizo dos a Central para el triunfo 5-3 en 1938 y, al año siguiente, también
gritó un doblete para la goleada 5-0 ante Central Córdoba. Ambos encuentros se
disputaron por la Copa Ibarguren.
En total, el paraguayo Arsenio Erico marcó 295 goles en 325
partidos concretando un promedio total de 0,90 por encuentro disputado. Además,
hizo 34 en amistosos. Con esto no sólo se convirtió en el goleador histórico
del fútbol argentino, sino también le sirvió para ganarse su propio espacio en
la Doble Visera y en el renovado Libertadores de América.
Fuente Infierno Rojo
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