Por Mauro Erbiti
Diego Rodríguez (6): poco para hacer en la jugada del gol de
Diego Milito, en la que los defensores quedaron enganchados y dejaron al punta
rival en posición de gol. En las demás jugadas, resolvió con mucha solvencia.
Sacó un buen remate de media distancia y varios centros -algo que se le venía
pidiendo-. Más presencia en las pelotas paradas y muy atento en las salidas.
Bien.
Néstor Breitenbruch (3): tuvo un primer tiempo para el
olvido. Le ganaron siempre las espaldas, como por ejemplo en el gol de Racing.
En el segundo tiempo, también fue su zona la más buscada por el rival.
Cristian Tula (5): parece más firme en esta defensa,
marcando más adelante y siendo la salida, que en la B Nacional cuando el equipo
defendía más atrás. Tuvo su chance de cabeza. En algunas jugadas, jugó al
límite y debió ser expulsado. Cuidado.
Víctor Cuesta (4): alternó buenas y malas. Sufrió bastante
en la primera parte. También tuvo una de cabeza en un córner.
Rodrigo Gómez (4): ya está demasiado claro que no está para
cumplir la función que le pide el entrenador. Aunque hace el ida y vuelta por
la banda, ni marca en un lado ni desborda en el otro. El técnico debería armar
el equipo de una manera de que Droopy -o el que juegue en esa posición, como
podría ser Pisano- se limite a desequilibrar. Mal.
Federico Mancuello (5): como ante Olimpo, no jugó bien pero
marcó el gol de la victoria. Le costó hacer pie en la cancha, por más de que
mostró su despliegue y garra habitual. Tampoco fue protagonista en la creación
de juego. Sin embargo, su grito de gol que le dio la victoria al Rojo es
suficiente para darle a Mancu y al equipo una enorme sonrisa. Un premio
merecido para un futbolista que es la bandera del equipo, tanto por lo que está
jugando como por lo que representa.
Franco Bellocq (4): otra vez, se vio muy expuesto. Pero, más
que por un problema individual, hay fallas en el mediocampo que provocan
contragolpes y situaciones de gol en contra.
Sergio Escudero (1): desastroso. Perdió todas y cada una de
las pelotas cruzadas que Racing tiraba, como también perdió con todos los
rivales que lo encararon. Luego, se lesionó con un golpe insólito y se retiró
entre silbidos por su rendimiento y aplausos que celebraran salida. Inédito.
Más allá de sus problemas físicos, su permanencia en el once titular es
insostenible e indefendible.
Daniel Montenegro (4): con tan poco no alcanza, Rolfi. Salvo
ocasiones contadas y escasas, como ante Instituto en Córdoba y en Bahía Blanca
ante Olimpo, Montenegro viene teniendo un 2014 para el olvido. Y hoy, salvo su
gran centro a Mancuello en el segundo tanto del equipo, su rendimiento fue muy
bajo. Era un marco que invitaba a que el número 23 sea el eje del Rojo, toque
en corto y maneje los hilos para que el partido no tuviese ese ritmo furioso
que afectaba al local. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Tanto para
mejorar su imagen personal como para elevar el nivel general, el Rolfi debe dar
un paso al frente.
Juan Martín Lucero (3): muy estático e intrascendente. No
ganó ninguna pelota dividida ni ayudó para pivotear y buscar juego asociado. Es
verdad que Independiente no jugó bien y eso no beneficia a que un nueve tenga
protagonismo, pero Lucero podría mostrar algo más de su parte.
Sebastián Penco (5): totalmente opuesto a Lucero. Aunque le
cuesta, el nueve va a todas. Lucha, mete y no se cansa. Así fue que logró el
empate transitorio ante Olimpo en la fecha pasada, y así fue que logró el
empate transitorio ante la Academía. Luego, siguió en la misma sintonía y hasta
tuvo un mano a mano para liquidar que no aprovechó por estar extenuado y apurar
la definición. Enorme lo del delantero, que merece seguir siendo titular.
Marcelo Vidal (4): entró en el primer tiempo por la lesión
de escudero para mejorar la marca en el medio y no lo consiguió. Lo mejor, un
remate de media distancia que contuvo Sebastián Saja.
Matías Pisano (4): la idea era que el Enano pueda comandar
alguna contra para liquidar el encuentro, pero el escenario no lo favoreció.
Muy sólo para salir jugando rápido.
Jorge Figal (4): el técnico buscó que con él se contenga la
arremetida de Racing. Le costó.
Jorge Almirón (4): el Rojo ganó, pero jugó uno de los peores
clásicos de los últimos tiempos. No sólo que el rival lo tuvo en un arco el
segundo tiempo -sin ser claro y sin lastimar, eso si- sino que ni siquiera se
pudo aprovechar los pocos contraataques para definir el trámite. Van cinco
fechas y todavía no hay un equipo o idea definida. A trabajar.
Fuente Infierno Rojo
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