Almirón fue el último DT visitante que ganó en el
Monumental. (Lorena Lucca)
Por Favio Verona Fabian Rodriguez Beto Tisinovich
Jorge Almirón, el último DT que venció al Millonario de visitante,
analiza el clásico que se viene y le tiene fe a sus jugadores:
"Vamos a ir
a ganarle. Tengo mucha confianza en mi equipo".
Si logra repetir será
puntero.
"Siempre pienso en grande. No me identifico con ganar
sufriendo”.
Esa fue la carta de presentación de Jorge Almirón en una nueva
charla con Olé . En sintonía con sus palabras, el entrenador del Rojo aseguró
que enfrentará al líder del campeonato, con un único objetivo:
“A River vamos a
ir a ganarle. Ningún equipo lo atacó como lo haremos nosotros”.
Teléfono,
Muñeco. El mensaje de alerta, enviado desde Avellaneda, cuenta con un elemento
más que contundente, ya que la última vez que el Millo cayó en casa fue ante
Godoy Cruz, el 19 de febrero. ¿Quién era el técnico del Tomba? JA. Sí, las
iniciales de la fórmula para sonreír en Núñez...
-Este River es el indiscutido puntero y candidato al título,
¿a qué distancia está Independiente?
-Veremos. Nosotros vamos a ir a ganar. Tengo mucha confianza
en mi equipo. Recuerdo que cuando ganamos con Godoy Cruz los respetamos en el
primer tiempo y en el segundo les jugamos de igual a igual.
-¿Le gusta el juego que desarrolla River?
-Lo vi bastante. Está siendo dinámico y práctico. Aunque a
River le tocaron muchos equipos en formación. Igualmente, tiene un gran mérito
por arrancar muy bien. La posición donde está se la ganó por haber sido
superior.
-¿Esta versión es diferente a la de Ramón Díaz que usted
enfrentó?
-(Duda) Sí, puede ser, pero todavía falta, recién se está
iniciando el torneo.
-Igualmente, ¿nota que hay una convicción diferente a través
del trabajo de Marcelo Gallardo?
- Sí, se nota. El equipo está siendo profundo y dinámico.
Recupera la pelota muy arriba y luego los volantes se abren muy rápidamente.
Entonces, no le llegan por ese motivo y tiene ataque por los costados, casi
siempre llegan con centros y los volantes suben hasta el área. Además, el hecho
de haber ganado le generó confianza al entrenador y a los jugadores. Se formó
una inercia importante a tal punto que el último partido contra Tigre lo ganó
muy fácil, claro y cómodo.
-¿Siente que este River es el de otros tiempos?
-No, no. River está muy bien, pero tenés que comparar los
rivales, están todos en formación...
-La sensación es que la idea de Gallardo tiene muchas
similitudes con la suya, ¿lo ve así?
-Sí, puede ser. Igual que con Almeyda, Quattrocchi, Darío
Franco y Cocca. Todos tenemos como idea intentar jugar. A veces son momentos de
los equipos y tenés que adaptarte a los jugadores con los que contás y
aprovechar las virtudes de ésos jugadores.
-Y en ese sentido, ¿ya se adaptó a ser el técnico de
Independiente?
-Mi trabajo es buscar soluciones permanentemente. Me lleva
mucho tiempo elegir a los jugadores para cada partido. Y sufro más en ese
aspecto que en cualquier otro. No me gusta dañar al jugador, uno tiene que ser
cuidadoso.
-Lleva dos meses al frente del plantel y nunca pudo repetir
la formación, ¿piensa en buscar los 11 de memoria o continuará cambiando?
-Lo ideal es que juegue siempre un mismo equipo para
consolidar el funcionamiento. Es difícil cambiar tres o cuatro jugadores por
partido porque eso genera dudas. El tema es que yo, por querer probar a varios,
hice jugar a algunos chicos que después quedaron relegados y no tuvieron más
lugar. Igual, lo hice para fomentar una competencia, ya que en este plantel hay
pocos de experiencia y muchos jóvenes. Mi error fue no respetar el equipo que
empezó ganando. Tendría que haber hecho esperar a los refuerzos que se fueron
sumando.
-¿El tema de los cambios lo habla con los jugadores? ¿Les
explicás?
-Me voy acercando de a poco. Ellos me ven la cara y notan
que suelo estar muy serio, pero en el fondo no soy así. Yo me acerco mucho al
jugador, charlo mucho. Les pregunto cómo están física y anímicamente, cómo se
están sintiendo, si están comprendiendo el juego. A mí me interesa que se
sientan cómodos, que disfruten y no que vengan a sufrir, porque sino estamos en
problemas. Quiero que todos estén en un nivel superior, sino no podés pensar en
grande.
-¿Arma la formación en función del rival?
-A veces sí, trato de ver por dónde nos pueden lastimar para
reforzar esa zona. Igualmente trato de priorizar lo propio, que los jugadores
sepan bien a qué tienen que jugar. Pero no es lo mismo enfrentar a Quilmes que
a Banfield, que te juega con extremos y con delanteros muy rápidos. Trato de
mostrarles a los jugadores lo que propone en rival y armar una estrategia en
base a eso. Sé que cuando ganás cuatro partidos seguidos el equipo es casi
intocable, pero hay chicos que están empujando y que quizás, si les toca
entrar, lo hacen mejor.
-¿Pizzini es uno de los que pide pista?
-Es un jugador moderno. Muy profundo, rápido y hábil.
Entiende muchos movimientos, ayuda en la marca y la recuperación. Por otra
lado, Pisano es muy talentoso. Es un crack. Le dije que si la rompía contra
Quilmes sería titular contra River. Es inteligente y muy técnico, tira
diagonales y sabe cuándo encarar.
-¿Cree que el fútbol actual exige jugadores más completos?
-Hoy se precisan jugadores dinámicos, rápidos, que ganen en
el uno contra uno y que también tenga retroceso. En Independiente se puede
hacer porque hay gente joven.
-¿Piensa que Mancuello es el modelo a seguir?
-Sí, porque aporta talento y sacrificio. Se siente más
cómodo y es más productivo en la posición en la que está jugando. Allí entra
más en contacto con la pelota, puede meter un buen pase hacia adelante o entrar
al área y rematar. Además, tiene marca, no es un gran quitador, pero no pierde
la pelota y eso para mí es fundamental. Lo veo más pausado y técnico.
-Con todos estos elementos, ¿cree que el equipo puede dar el
gran salto?
-El equipo está con muchas ganas. La actitud es increíble.
Se notó contra Olimpo, Racing, Banfield y Quilmes. Tanto el que juega como el
que está en el banco tiene ganas de competir. Estamos en ese proceso de
transición para saber a dónde podemos llegar. A mí me gusta que el equipo sea
más profundo y dinámico, que llegue más al área, que se recupere el balón más
adelante, y que los centrales no tengan problema para salir a los costados. Todo
eso lleva tiempo. En Godoy Cruz peleamos el descenso jugando bien, pero tuve un
mes de pretemporada. Aquí, diez días. Son momentos diferentes, pero estoy feliz
y no lo cambio por nada. Estoy viviendo un gran presente.
-¿Cuál fue el partido en el que se llevó a cabo su idea de
juego?
-Creo que fue el lapso del primer tiempo contra Belgrano y
el segundo ante Rafaela. Tuvimos la ventaja y fuimos por más sin dividir la
pelota. A mí no me gusta hacer un ataque directo cuando le das la posibilidad
al rival de que te quite la pelota. Ese desequilibrio me desequilibra
emocionalmente porque veo que cada avance del rival es gol y el nuestro
también. Eso para mí no es ser ofensivo. Después de sacar una ventaja quiero
que el equipo sepa cuando jugar o hacer un pase para atrás, empezar la jugada
por el otro lado, y no arriesgar la pelota.
-Hoy, llevan seis victorias en ocho partidos. Es muchísimo,
pero la gente está disconforme, ¿se siente en deuda?
-Sí, porque yo no me identifico con ganar sufriendo. Sé que
todos los equipos que salen campeones necesitan un partido en el que no le
salen las cosas y ganar 1-0. Eso es importantísimo porque también se ve un
equipo en esos momentos. Le pasó a Ramón Díaz. Si Chichizola no le atajaba el
penal con Racing era 3-3 y le cambiaba el panorama. Esos momentos de esfuerzo y
lucidez lo tiene que tener cualquiera, pero no es la idea, puede ser un partido
o dos. La idea es ser superior a todos.
Fuente Olé
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