Uno x Uno vs. Independiente (Mza)

Por Carlos Maidana

Diego Rodríguez (5): Así como el arquero del conjunto mendocino casi no tuvo participación, lo mismo para el arquero de Independiente al que no le generaron peligro. Impacientó a muchos con algunas salidas un tanto tardías, pero no hubo nada para reprocharle.

Julián Velázquez (5): Estaba teniendo un buen partido, con dos anticipos muy buenos en defensa y siendo salida por su lateral. Debió salir por una molestia en el aductor derecho y ahora deberá hacerse estudios para conocer la gravedad de la lesión.

Cristian Tula (6): De los pocos que salvó la ropa, sin hacer un partido extraordinario. Un par de cortes en el segundo tiempo, con la defensa totalmente mal parada y no mucho más. Discreto.

Claudio Morel Rodríguez (6): Al igual que Tula, no desentonó en defensa. Habrá que evaluar luego si fue por mérito propio o por desmérito de los delanteros rivales que casi ni inquietaron al conjunto de De Felippe.

Lucas Villalba (2): De los peores partidos del juvenil en Independiente. Flojísimo en la marca, dejó varias veces su sector totalmente acéfalo, sin criterio para pasar al ataque y sin ideas a la hora de jugar con la pelota en los pies. Lo más flojo del equipo.

Martín Zapata (5): Arrancó tomando la iniciativa en el mediocampo, tratando de mostrarse como opción de pase cada vez que la tenía Montenegro y auxiliando a un perdidísimo Alderete en la marca. Se apagó en el complemento.

Reinaldo Alderete (1): Pésimo partido del volante central. No llegó a anticipar ninguna jugada de los mediocampistas rivales, no cortó, la mayoría de las veces que tuvo la pelota la jugó para atrás. En el segundo tiempo tuvo la única intervención positiva con un buen quite desde atrás, pero después erró en todas. Flojísimo.

Federico Mancuello (4): Estuvo más ocupado en cerrarse para ayudar a Alderete que en tratar de generar juego por izquierda. Sin embargo, le sobraron ganas para pedirla durante un buen pasaje del segundo tiempo, cuando nadie quería llevar la pelota. Probó desde afuera y contuvo bien el arquero.

Daniel Montenegro (1): El Rolfi sigue bajando cada vez más su nivel. No se hace cargo de la pelota, no traslada, no genera juego, no habilita a un compañero y ya ni siquiera patea de media distancia. Cuando lo intenta, tarda una eternidad y le roban la pelota. ¿Por el sólo hecho de tener la 10 y la cinta es insustituible? Recibió el primer reproche generalizado del público. La última jugada del partido, es un calco de lo que fue su actuación. Con dos compañeros a unos metros de distancia, la tiró directamente afuera.

Cristian Menéndez (5): No le pidan a Menéndez que haga un gol mientras el equipo juegue de esta manera. Pelea todas, baja varias, habilita a sus compañeros, genera tiros libres, pero sumado a que recibe poquísimos pases de frente al arco, cuando los tiene no decide patear y probar al arquero rival.

Adrián Fernández (4): Luchó muchísimo más de lo que jugó. Al igual que Menéndez, casi nunca recibió cómodo y no tuvo claridad con la pelota en los pies en su regreso a la titularidad.

Gabriel Vallés (2): Tuvo una actuación similar a la del partido con Atlético Tucumán, con la diferencia de que los delanteros del equipo mendocino no supieron aprovechar sus falencias en defensa. Tibio para pasar al ataque y muy flojo en la marca.

Matías Pisano (6): Nuevamente, sin ser deslumbrante, con apenas unos minutos en cancha demostró que parece ser el único jugador en este plantel con la capacidad de sacarse un rival de encima y generarse una situación de gol. Alternó malas y buenas, pero intentó siempre de cara al arco rival. Tuvo una apilada interesante y su remate de zurda – con una clara posibilidad de pase a Villalba – se fue por arriba.

Sebastián Penco (s/c): Recibió una pelota de espaldas adentro del área, giró y se acomodó para darle de lleno pero su disparo terminó perdiéndose alto, muy lejos del travesaño.

Omar De Felippe: Se la jugó por el ingreso de Velázquez como lateral y de Fernández en el ataque. A su equipo se lo notó igual que al de Brindisi, nervioso, sin ideas y sin un conductor nato que se haga cargo de la pelota. Ahora deberá realizar su diagnóstico, sacar conclusiones y empezar a trabajar más duro para levantar a este equipo.

Fuente Infierno Rojo