Por lesiones, bajas y el recambio generacional, el referato
actual tiene un grupo joven y con poca experiencia; el caso de Darío Herrera es
un ejemplo contundente
Por Carlos Beer | canchallena.com
Delfino, uno de los mejores árbitros del momento. Foto: Emiliano Lasalvia
Los tiempos cambian. Mientras la pertenencia de los hinchas
con los colores crece, la identificación con los protagonistas del fútbol cada
vez es más borrosa. Con los jugadores hace años pasa un fenómeno que atenta
contra la pasión: cada día se quedan menos tiempo en su club de origen. Y
además, últimamente se ha sumado un hecho atípico: a la gente le cuesta
reconocer a los árbitros de cada partido. Es que dentro del referato se ha dado
una renovación tan vertiginosa que si un hincha quiere dedicarle una canción a
un juez, antes tendrá que preguntar cual es el nombre del árbitro que dirige
ese partido.
Las designaciones para la sexta fecha del torneo Inicial
hablan por sí mismas. Por lesiones, parates o convocatorias para las eliminatorias,
la mayoría de los referís tiene caras desconocidas para el común de los
simpatizantes.
Así sucede con Fernando Rapallini, Mariano González, Andrés
Merlos, Fernando Echenique, Diego Ceballos y Pablo Díaz.
Los más veteranos que
estarán desde hoy dirigiendo en las canchas son Juan Pablo Pompei, Saúl Laverni
y Carlos Maglio, aunque el referente es Germán Delfino, que tiene 35 años y 73
partidos en primera. Sí, todavía no sumó dos temporadas enteras como juez en la
categoría principal y es el señalado como el mejor referí de la actualidad.
Tanta exposición y aceleración de tiempos es indudablemente
negativa.
El ejemplo más claro es lo que le pasó a Darío Herrera, que con
apenas una decena de partidos en sus hombros fue el encargado de impartir
justicia en el choque entre San Lorenzo y River, el domingo pasado. Lo que pasó
al hacer ejecutar de nuevo el penal de Julio Bufarini, tras la atajada de
Marcelo Barovero, encaja más dentro de un cuadro de inexperiencia antes que de
incapacidad. Herrera, de 28 años, está señalado como uno de los árbitros con
más proyección. Igualmente, fue castigado por el Colegio de Árbitros y por
primera vez en su carrera lo pararon.
"La tecnología nos muestra que el arquero había atajado
correctamente el penal", dice Miguel Scime sobre esa jugada que involucra
de manera directa al asistente Julio Fernández, quien alertó al juez principal
sobre el adelantamiento del arquero de River. Igualmente Scime, a cargo de la
Dirección de Formación arbitral, no duda: "Se dio un recambio generacional
pedido por la FIFA para que se baje la edad. Este trabajo comenzó en 2009, en
2013 se cristalizó y en 2014 los jueces ya tendrán la madurez suficiente que
deseamos". Luego, agrega: "A mí me gusta este plantel, me parece muy
bueno".
Si bien el ejemplo de Herrera es muy extremo y no hay otros
jueces en el actual plantel de primera que sean Sub 30, hay varios que superan
las tres décadas por muy poco. En esta categoría aparecen Andrés Merlos,
Mariano González, Fernando Echenique y Pablo Díaz, todos novatos o seminovatos
que quizás hayan llegado a la categoría principal un poco antes de lo
aconsejable.
Igualmente, los árbitros de más edad no dan garantía de
confiabilidad, como últimamente sucede con Carlos Maglio (recordar su muy floja
actuación en Belgrano vs. Boca, por la segunda fecha del actual campeonato) o
Saúl Laverni.
En esta fecha no están disponibles Diego Abal, Federico Beligoy y
Mauro Giannini, mientras que Silvio Trucco, Patricio Loustau, Mauro Trucco,
Vigliano y Néstor Pitana están afectados a las eliminatorias, con la salvedad
que este último estuvo como árbitro anoche en el Monumental, en el cotejo entre
River y San Lorenzo, por la definición de su serie en la Copa Sudamericana.
"Cuando los resultados no se dan, hay que buscar un
chivo expiatorio", dijo en la semana Scime, defendiendo a los árbitros y
atacando al sector del ambiente futbolístico que hostiga a los jueces. Su
afirmación es cierta, tan cierta como que este adelantamiento de los tiempos no
es productivo y puede generar mayores choques cuando la definición de este
torneo se acerque. Más en un juego donde la suspicacia está a la orden del día
y donde desde este campeonato el presidente del Colegio de Árbitros es Luis
Segura, el titular de Argentinos Juniors. Es decir, alguien que se vuelve juez
y parte.
Nunca fue sencillo para los árbitros dirigir en la
Argentina, un fútbol al que los referís consideran el más problemático del
mundo porque los jugadores siempre quieren sacar ventaja. En el presente, todo
los elementos apuntan a que esa complejidad está en aumento. Y la juventud de
los jueces es un arma de doble filo.
Fuente Cancha Llena

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