Ilustró rrrojo
Por Beto Tisinovich
La llegada de De Felippe al club es la mejor noticia en
estos 18 meses de la penosa gestión de Cantero y su CD.
Es que Omar responde a la vieja línea histórica que nos
llevó a ser en un momento los más grandes del mundo. Seriedad, perfil bajo y
trabajo.
Lástima que llegó con el equipo en segunda y agarró un
plantel que armó un presidente que no es experto en fútbol y en varias cosas
más que no me alcanzarían las 56 páginas de este diario, y Brindisi, quien por
los servicios prestados seguirá ligado al club hasta diciembre si le pagan en
fecha.
Así estamos y ayer otra vez los de camiseta roja volvieron a
repetir las malas actuaciones de los últimos tiempos. Al nuevo DT no se le
puede reprochar nada y los jugadores deberán agradecerle la confianza que les
dio a pesar del baile que se comieron en Tucumán. Sólo dos cambios hizo, para
que no cambie nada. Empezó a hacer la evaluación en pleno torneo y seguro que
cuando haga las correcciones en su búnker tendrá que poner casi todos aplazos.
Mancuello, un poquito, Fernández, por sus ganas, y algo de
Pisano que al menos la pide.
Después, nada. Bah, un desastre.
Creo que si bien el ex ayudante de Falcioni sabía que a este
conjunto le faltaba trabajo, hoy ya debe tener en mente que deberá hacer horas
extras.
En lo anímico, en lo físico, en lo individual, en lo táctico
y también saber quién son los muchachos que están comprometidos con esta causa.
Menuda tarea le espera, porque si bien van cinco fechas y
esto es largo, los demás equipos que pugnan por volver a Primera ganan y se
escapan.
No vaya a ser cosa que pase lo mismo cuando el promedio
acosaba y la mayoría decía “falta mucho”... Así terminamos.
Se vienen dos partidos con rivales que están repuntando y, a
pesar de que sea la sexta fecha, será el quiebre del torneo. No queda otra que
sacar los seis puntos para empezar a enderezar esto que viene más torcido que
el último torneo en la A.
Confiemos en que De Felippe empezará a darle su estilo a
estos muchachos que no dan ni un pase bien.
¡Despierten, por favor!
Fuente Olé
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