Por Cristian Fernández
Cristian Menéndez a pura garra, lucha y entrega se ganó
varios aplausos y fue uno de los pocos que el hincha resaltó del nefasto
rendimiento del equipo, pero… ¿alcanza?
Hace mucho que al nueve de Independiente no se le piden
goles. Hace mucho que se aplauden más aquellas acciones de entrega que de
fútbol. Hace mucho que las cosas vienen mal y que no se ve nada resaltable en
el campo de juego. No hay paredes, no hay caños, no hay tacos, no hay alegría.
Todo es desazón. Todo es dolor, bronca y barbarie.
Por eso es que dentro de este presente Menéndez es uno de
los más aplaudidos.
¿Por qué? Simple y llanamente por su entrega. Va a buscar
cada pelota como si fuese la última sin importar el rival de turno. Pelea,
lucha y trata de poner en juego todos los adoquines que le tiran sus
compañeros.
Sin embargo, la pregunta es ¿alcanza?… Y habría que decir
que la verdad, para este presente de Independiente, lamentablemente, sí.
Es que no le podemos pedir a Menéndez que haga goles cuando
sus compañeros no lo habilitan de frente al arco o le dan chances para que el
delantero abra el marcador.
Algunos memoriosos me dirán, vos no eras de los que pedís
que no se aplaudan delanteros que no hacen goles o futbolistas que no intentan
jugar al fútbol. Sí, es verdad. Y lo mantengo y resalto, pero también es un
deber señalar la entrega y actitud del Polaco.
Ojalá que pueda complementar su rendimiento con goles que al
fin y al cabo son los que hacen ganar los partidos y pueden devolver un poco de
orgullo, ése que se denigra en cada juego.
Fuente Infierno Rojo
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