Por Facundo Orpelli
Carlos Squeo, inseparable ayudante de Miguel Angel
Brindisi, dialogó con “Las voces del fútbol” en la antesala al trascendental
partido del domingo entre River Plate y el Club Atlético Independiente, quien
todavía tiene esperanzas de cara a la lucha por la premanencia.
“No queda
margen. Sería distinto si tuvieras por delante otra cantidad de partidos por
jugar. El rival también se está jugando algo muy importante. Es un partido vital
para nosotros y para ellos también”, aclaró el miembro del cuerpo técnico
refiriéndose a la importancia del próximo encuentro.
“Tenemos en el grupo un compromiso. Saben lo mucho que
hay en juego, a pesar de que hay muchos jóvenes”, admitió Squeo, quien resaltó
la predisposición de los jugadores a la hora de luchar por el objetivo en
común.
Y agregó: “Por ahí hoy se habla más de lo que se juega. Son los tiempos
que nos tocan vivir, pero uno trata de poder inculcar y transmitir esa cuota de
tranquilidad y profesionalismo para afrontar momentos como este”.
Carlos se refirió también al cambio de hábitos y
actitudes que existe entre esta generación y la suya. “Yo a Lorenzo lo llamaba
de maestro, ahora viene un chico y te pregunta ¿Por qué yo no juego?.
Es su manera.
Hemos perdido valores”, opinó adjuntando:
“Tratamos de adaptarnos un poco a
este tipo de juventud. Hoy se interesan más por una playstation, un ipod o un
teléfono celular y por ahí no están mirando al próximo rival de turno”.
“Es nuestra obligación intentar serle útil en todo
momento a Miguel. Tratamos de liberarlo de la mejor manera, de brindarle todo
tipo de información”, manifestó el ayudante de campo, quien además destacó la
relación que lleva con el técnico de Independiente tras 23 años de trabajar
juntos: “En todo este tiempo jamás me sentí segundo de Miguel, me dio todo tipo
de posibilidades para poder manifestarme de la forma que yo quisiera”.
Para finalizar, Carlos Squeo advirtió que, a pesar de
que muchos lo dan por descendido, todavía el “Rojo” cuenta con chances de
salvarse: “Con Miguel tenemos muchísimas batallas vividas. Todavía hay mucho
por jugar y mientras hay vida hay esperanza, y nosotros la tenemos. Desde que
Miguel decidió que iba a asumir sabíamos que iba a ser una parada difícil”.
Fuente De la Cuna al Infierno
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