A Leguizamón le quedan dos años más de contrato con el
club. Sin duda será el caso más difícil para resolver.
Por Favio Verona
“El 5 me presentaré a entrenar”, avisó Leguizamón, uno
de los borrados. Varios están en esa situación: rescinden, se van a préstamo o
trotan solos en Domínico.
Javier Cantero está en aprietos, atrapado en una
encrucijada.
El club todavía no logró desligarse de todos los jugadores que
incluyó en la lista de “licenciados” que el presidente entregó el lunes 17 de
junio.
Y cuando el plantel vuelva a entrenarse el viernes 5 de julio en el
predio de Domínico, habrá una sorpresa no muy agradable: los que no serán
tenidos en cuenta en la próxima temporada y que tienen contrato vigente con la
institución se presentarán a entrenar.
Navarro, Villagra, Gay, Battión, Zapata,
Leguizamón y Vilafañez quieren evitar que la dirigencia tenga motivos para
rescindirles el vínculo bajo la justificación de haber faltado al trabajo sin
consentimiento.
“Todavía tengo dos años más de contrato con Independiente y me
voy a presentar a entrenar porque es lo que corresponde. Prefiero no hablar
mucho del tema porque no sé cómo se va a resolver la situación. A mí desde el
club nadie me comunicó nada, ningún dirigente me avisó si voy a seguir o no. Todavía
pertenezco al club y voy a cumplir con mi responsabilidad. Los dirigentes se
apuraron a la hora de armar esa lista”, le comentó Luciano Leguizamón a Olé .
Todos los que fueron desafectados adhieren a esa
postura.
“Cantero nos mandó al frente, molestaron las formas. Si vas a rajar a
alguien tenés que ir y decírselo en la cara, no esconderte como una rata. Tomó
esa decisión para quedar bien parado con los hinchas”, desnudó su bronca uno de
los jugadores afectados por la medida que tomó la CD. El resquemor es mutuo, ya
que también hay varios directivos que consideran que algunos se borraron en el
torneo (le apuntan a Leguizamón justamente).
Mientras emprenden la búsqueda de refuerzos, los
directivos saben que pronto se les presentará un foco de conflicto, ya que a
los borrados y los que regresan de sus préstamos deberán pagarles
el sueldo.
Para resolverlo hay dos posibles caminos: la rescisión de común
acuerdo o la cesión a préstamo a otro club.
Si no, habrá varios trotando solos
en Domínico.
Fuente Olé
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