Ricardo Pavón, alias Richard, barra Rojo y de Telmo.
Por Gustavo Grabia
Al Gordo Richard le abrieron dos causas distintas, pero
el martes quedaría en libertad por mala praxis de la Policía. Y su abogado es
el de la barra Roja.
Fue una escena de Argentina año verde.
Horas después de que Olé publicara que fue Ricardo
Pavón, Richard, quien monitoreó el plan bomba de estruendo, la Bonaerense fue a
su bunker en la Isla Maciel y lo detuvo.
La celeridad se festejó como un éxito contra la
violencia en el fútbol.
Pero por una sospechosa impericia policial, todo puede
quedar en la nada: el acta donde se indica que lo agarraron con un arma y droga
no está firmada por testigos civiles, y sin ese procedimiento, obvio hasta para
un oficial recién recibido, es nula.
Por eso el abogado Rodrigo González, letrado de la
barra, pidió que cayera la causa y la excarcelación, lo que se produciría el
martes.
Según reconstruyó Olé de fuentes judiciales, en la
indagatoria Pavón afirmó que estaba con amigos, se le acercaron dos policías
que conoce y le dijeron que debía ir a la comisaría por averiguación de
antecedentes por lo ocurrido en Independiente. Y ahí, los oficiales salieron y
volvieron con un arma y droga acusándolo de haberlas descartado en el auto.
Pero la requisa se hizo sin testigos. Esta causa la lleva la UFI 1 y el juez de
Garantías Carsoglio. Pero además, por la organización de las bombas de
estruendo, hay otra causa en la Justicia Correccional.
Y ahí, donde las imágenes lo delatan, declararía en
breve.
Fuente Olé

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