Ilustró rrrojo
“SILENCIO CÓMPLICE
Las injusticias que se dan en la sociedad puede que
tengan un sujeto que las promueva, pero en el terreno político pocas se
llevarían adelante sin el apoyo de otras muchas personas que directa o
indirectamente prestan su consentimiento y apoyo a que las mismas se realicen.
Las injusticias, por tanto, atañen a la responsabilidad
de los ciudadanos mucho más de lo que a primera vista pueda parecer.
En la
medida que la democracia es el gobierno del pueblo, la participación en la
responsabilidad es un hecho salvo para quienes voluntariamente se salen del
sistema.
Existen muchas formas de oponerse a las injusticias,
desde la condena personal en los medios de comunicación a la exteriorización colectiva
de la repulsa mediante concentraciones, manifestaciones, huelgas, etc. En
democracia existe la posibilidad de no adherirse a la injusticia ejerciendo la
acción de repulsa en las urnas.
En cualquier caso, corresponde a cada individuo
determinar el grado de oposición y resistencia como respuesta en conciencia a
la injusticia proclamada desde el poder.
Sin embargo, la opción más común ante el abuso de poder
o la injusticia es el silencio, al menos el silencio operativo, el que a la
queja interior no sigue ninguna acción de manifiesta repulsa.
Ese silencio, en democracia, con frecuencia se
constituye en el mejor cómplice de la injusticia.
La infinitesimal parte de gobierno que corresponde a
cada ciudadano exige de él la responsabilidad de controlar que sus
representantes en los poderes públicos ejerzan su delegación con justicia.
En democracia, la responsabilidad es compartida y la
opinión de cada ciudadano no puede auto marginarse a la hora de la valoración
ética de las actuaciones públicas.
Quien calla ante una decisión injusta se convierte en
cómplice del mismo acto, en cuanto en democracia el silencio se lee como un
referendo del acto del poder.
La experiencia de la carencia de libertad de expresión
padecida por quienes soportan un régimen político autoritario contrasta
radicalmente con la oportunidad al ejercicio del derecho a la manifestación
inherente a toda sociedad libre, derecho que con frecuencia sólo se valora en toda
su dimensión cuando el poder lo conculca.
Aunque sólo fuera por solidaridad con
tantos millones de hombres a quienes no se les permite la denuncia de la
injusticia, los que se tienen por protagonistas del mundo libre deberían sentir
la obligación de ejercer con la palabra y la acción su crítica sobre la
injusticia también como símbolo de lo que la libertad es.
Si los pueblos democráticos silencian la injusticia ¿Cómo
podrán constituirse en referencias de libertad para las naciones sojuzgadas?”
Publicado en www.papelesparaelcongreso.com
Termino de leer lo anterior y me dan ganas de
escribirte Javier.
Y sé que me lees o te llevan mis afiches. Y los mirás. Y
hasta a veces sonreirás cuando los ves.
No te voté porque no era socio. Tu predecesor lo hacía
inviable.
Pero de poder votar, lo hubiera hecho. Te ponía mi
voto.
Gracias a tu promesa hoy soy socio, desde el primer día
en que se abrió la inscripción, y te quedo agradecido.
También reconozco tu lucha por sanear las finanzas de
nuestra destruida Institución.
Y reconozco tu habilidad para conseguir conformar un
plantel consiguiendo jugadores sin dinero disponible, y todavía hay quién
critica a quién contrataste sin pensar que no había dinero ni para cortar el
césped de la cancha.
Que era un potrero. Hoy y gracias a que recurriste a los
que saben, se aproxima a lo que debe ser un campo de fútbol.
Te aplaudo y apoyaré incondicionalmente en tu lucha
contra los barras bravas.
Ellos nos alejaron de la cancha, y hoy estamos
volviendo.
A pesar de que
digas que recibís apoyo, Querido Javier te digo y Vos sabés, que el apoyo es
solo de los bien nacidos sin intereses mezquinos.
Y esos si “Somos Nosotros”.
Con o sin bombos,trapos o papelitos.
Con el resto de los dirigentes, tibios y vomitados por
Dios, expectantes, murmurando cuando te dás vuelta y un gobierno que aplaude a
quienes alientan desde el para avalanchas de espaldas a la cancha, no cuentes.
Crearon a Hinchadas Unidas Argentinas y la usan.
Para varias “tareas”.
Y recuerdo el mes de Julio, en que temí que te
levantaras y te fueras, cuando soportaste estoicamente en primera fila, lo que
decía una Hija de Hincha de Gimnasia.
Te felicito. Yo no hubiera soportado. Y con tu actitud
de aguantar, nos diste un poco más de aire.
Ahora que me leíste hasta acá Javier, y entre nosotros:
¿Viste que nos quieren mandar a la B?
¿Hiciste algún reclamo ante la AFA?
¿Ante quienes dirigen
a los árbitros?
Todos protestan y consiguen. Cambio de día, de horario,
hasta de árbitros.
Por tus declaraciones “ELQUETEJEDI” te apoya.
Ojo. No se nota.
Pezzotta le dio a Godoy Cruz un penal porque el juvenil
Lucas Villalba tenía el brazo separado del cuerpo.
Pitana no vió una clara mano contra riBer y en el mismo
partido lo bajan a Farias en lo que fue un “tropiezo compartido” según el impresentable
Apo.
¿Ves Javier? Nos quieren mandar a la B.
No vamos a pelearnos Javier.
Pero en esta ponéla firme.
Espero el próximo arbitraje. El de Maglio.
Y no tiene nada que ver lo que muchos dicen, que si las
que erramos entraran, los árbitros no influirían en el resultado.
Esos no
jugaron nunca al fútbol, ni al cabeza-rechazo-vale-doble-cadenita-cuatro en la vereda.
Sabés como una injusticia te desconcentra, te hace
protestar y te ganás una amarilla.
Sabés como una amarilla hace que marques a tu rival a
un metro de distancia.
Y justo ese cabecéa dentro de tu área.
Ojo Javier.
Hablá donde debes hablar.
Te estamos MIRANDO.
Por rrrojo para Independiente Paladar Negro blog.
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