Escrito por: Pedro Molina
La paciencia de Independiente en los primeros tiempos ya
parece una estrategia o por lo menos, un aperitivo para estudiar al rival y
ajusticiarlo en los segundos cuarenta y cinco con todo el repertorio.
Esta vez la víctima fue Banfield, en un partido con clima
enrarecido por culpa de unos pocos que se creen dueños de algo demasiado grande
para ellos.
Al comienzo, el desarrollo era trabado aunque con un total dominio
rojo.
El ping pong general del partido, marcó apenas una llegada para el
Taladro.
Por ese motivo, Independiente se pudo dar el lujo de
corregir la falta de precisión y presencia de Pellerano.
Al 5 le quedó grande
el mediocampo y fue salvado constantemente por Milito y una línea de cuatro que
recurrió al paso adelante para evitar los espacios con el ex Chicago.
El famoso
equipo “compacto” que todos los entrenadores reclaman, se veía imposibilitado por
lo mal que estaba el encargado de sostener el medio.
Villafañez por derecha no podía explotar sus virtudes y la
asociación con Fabián Monserrat no aparecía.
De todos modos, el destino es
sabio y por un golpe –nada grave- al sureño, ingresó Francisco Pizzini.
El
pollo de Cristian Díaz tuvo un gran partido, entendió a la perfección lo que
debía hacer y por su punta llegaron las acciones de gol.
Osmar Ferreyra, autor del primero mostró un compromiso y una
entrega que pocas veces se le había visto.
Después del partido se le valoró
poco la ayuda que dio en el medio porque sus zurdazos se llevaron la tapa de
los diarios.
Primero tras una conexión con Monserrat por derecha y luego para
asistir perfectamente al Tecla.
Justamente Farías volvió a su posición de centrodelantero
sólo y cumplió con creces.
Luchó, le ganó a Alayes por todos los medios y
volvió a pagar con goles.
Su gol fue idéntico al de Belgrano. Desde una zona
parecida, Julián Velázquez se llevó la marca picando al primer palo y el ex
River aprovechó el espacio con un cabezazo imposible.
Sería injusto cerrar la nota sin mencionar a Fabián
Monserrat, “nuestro Iniesta” como dijo un plateísta la otra noche.
Tiene un
tranco, un panorama y un sacrificio que combinados le dan nivel de crack.
Fue
el estandarte de la levantada en el complemento. Si sigue de esta manera, los
800.000 euros ofertados dentro de unos meses serán irrisorios.
El rival propuso poco y cuando quiso reaccionar no tenía los
elementos como para hacerlo.
Sin embargo, no se puede subestimar lo hecho por
Independiente que trianguló por toda la cancha, mantuvo la posesión, tuvo
paciencia y lo pudo liquidar rápido.
Lo más importante de todo, no deja de ser
que se confirma la levantada y permite ilusionarse para el próximo torneo y no
vivirlo como un martirio.
Fuente Muy Diablo
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