Ilustró rrrojo
Vicente Muglia Vmuglia@ole.com.ar
Independiente sufre hoy por la falta de una formación
estable y que rinda.
Responsabilidad del plantel y DT.
"Antes no éramos los mejores ni ahora somos los
peores”.
No por trillada, la frase deja de ser efectiva.
Así, Cristian Díaz definió casi a la perfección lo que fue y
es este Independiente.
Desde los resultados, el hincha pregunta qué le pasó a este
equipo que venía en alza, con triunfazos a Boca y Racing incluidos, y que en
las últimas fechas se cayó a pedazos al sacar apenas un solo punto sobre 12 en
juego.
En realidad, como ya es costumbre en el fútbol, los éxitos
tapan cualquier análisis.
El Rojo de aquella épica tarde en la Bombonera o el dueño
del clásico de Avellaneda mostró errores y defectos que quedaron ocultos por el
famoso triunfalismo.
Y este Rojo que hoy viene encadenando un mal resultado tras
otro exhibió, de a ratos, algunas virtudes que quedaron rápidamente sepultadas
por el marcador adverso.
El problema de este equipo, tanto con Ramón como con
Cristian, es que justamente no fue un equipo. Que sea el club que más jugadores
usó en el Clausura no es casual.
Más allá de cambios obligados por lesiones o
suspensiones, la falta de un rendimiento regular de la mayoría provocó que
ambos Díaz recurrieran a la rotación en busca de un equipo que no aparece.
Antes del memorable gol de Farías para el 5-4 en La Boca,
Silva se lo había perdido solito debajo del arco.
Antes de consumar la goleada a Racing en el ST, Hauche la
había tirado por arriba mano a mano con Gabbarini.
La fortuna que lo acompañó en esos momentos “bisagra” de
aquellos partidos es la que le faltó por ejemplo contra All Boys, cuando, con
el marcador 0-1, Monserrat estrelló un remate en el travesaño.
O cuando, contra Unión, el árbitro no vio un penal sobre
Farías al final del primer tiempo.
En líneas generales, Independiente nunca brilló.
Tuvo ráfagas, sí, como en dichos clásicos. Pero incluso en
los otros triunfos en el Clausura (Belgrano, Rafaela y Banfield), fueron más
los minutos que sufrió que los que gozó.
Incluso, después de la victoria ante Rafaela de local,
Cristian comparó: “Jugamos mejor el primer tiempo de la fecha pasada contra
Colón que hoy”.
Vale recordarlo, en Santa Fe, el Rojo cayó 3-0. Pero fue
exagerado...
No poder sostener un nivel aceptable a lo largo del tiempo
se debe a la irregularidad individual que afecta lo colectivo.
El Ruso Rodríguez, Argachá, Godoy, Villafañez y hasta Pato
Rodríguez son algunos jugadores que perdieron su puesto por haber bajado su
rendimiento (y algunos lo recuperaron por el flojo nivel de sus reemplazantes).
Salvo Parra y Pizzini, hoy en Sudáfrica con la Selección Sub
20, ninguno de los que entraron hicieron muchos méritos como para no volver a
salir.
“Sin una formación estable, es difícil lograr un buen
funcionamiento”, le decía Bochini a Olé la semana pasada.
Por ahí pasa hoy el bajón de este Independiente, que arrancó
por lo futbolístico y se trasladó a lo anímico.
Cristian Díaz busca, a veces pegando muchos volantazos, pero
no encuentra el equipo.
A decir verdad, los jugadores tampoco hacen demasiado para
facilitarle el trabajo.
Fuente Olé
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