Escrito por Carlos Maidana
El Rojo cayó 3-0 en su visita a Banfield en un partido en el
que estuvo más de una hora con un jugador menos por la expulsión de Julián
Velázquez. Independiente volvió a sufrir en una cancha que le es esquiva. El
Chuky Ferreira marcó dos y la goleada la cerró Walter Acevedo.
Otra vez Banfield. Como hace casi un año, el 19 de
septiembre de 2010, cuando el Rojo visitó el Florencio Sola y se trajo 4 goles
del Sur y la renuncia de Garnero. Hoy Independiente, ahora versión Ramón Díaz,
volvió a ponerse su peor traje y cayó por 3 a 0 con dos goles de Facundo
Ferreyra y uno de Walter Acevedo.
El partido arrancó parejo en el primer tiempo y hasta
Independiente pudo haber abierto el marcador, si Facundo Parra hubiese
conectado mejor ese centro desde la derecha que lo encontró solo en el área.
Iban tan solo 7 minutos y el Rojo ya tuvo su primera chance clara.
Pero todo se desvirtuó a la media hora de juego. En una
jugada confusa entre Julián Velázquez y José Achucarro, en la que correspondía
la expulsión de ambos, Mauro Vigliano echó solamente al correntino y, desde
entonces, Independiente se quedó en desventaja.
Con un jugador menos, Ramón Díaz dispuso el ingreso de
Carlos Matheu en lugar de Leonel Núñez. En primer lugar, con la intención de
rearmar la línea de 4 defensores. En segundo lugar para evitar una nueva
expulsión, ya que el delantero venía a los golpes con los defensores del
Taladro.
El segundo tiempo comenzó de manera similar a como había
finalizado la primera etapa. Banfield aprovechando los espacios y el Rojo
replegado, esperando concretar en alguna contra. Pero fue el local el que anotó
el primer gol. Matheu soltó inexplicablemente a Ferreyra y el delantero recibió
en soledad para definir ante la salida de Assmann.
Independiente no había asimilado el mazazo del primer tanto
que, a los tres minutos, llegó el segundo. Otra vez Ferreyra escapó, con
demasiada facilidad, a la débil marca de Matheu y remató con potencia. En
cuatro minutos el local se puso dos goles arribas por pericia de su delantero y
por la poca solvencia de la defensa rival.
A partir de allí, fue todo del Taladro. Circulación de la
pelota, toques y el Ole que bajaba de las tribunas. Ramón, por su parte, mandó
a la cancha a Marco Pérez en lugar de Matías Defederico, para intentar llegar
al arco de Cristian Luchetti, pero tampoco le resultó. Un tiro libre al
travesaño y un remate apenas desviado fue lo único que pudo hacer el colombiano
en ataque, que, así y todo, fue más que
lo de Parra en todo el partido.
Cuando el partido se moría, como si hiciera falta, llegó el
gol de Walter Acevedo. El ex Rojo recibió en tres cuartos y definió por encima
de un Assmann adelantado para decretar el 3 a 0 final. El mediocampista, por
respeto, no lo gritó.
Independiente, como dijo su técnico, retrocedió, aunque
mucho más que un paso. El escenario y el rival hicieron que se pareciera más a
aquel Rojo de Garnero que al que venció a la Liga de Quito y a Godoy Cruz y
asomaba en levantada. Ahora, no queda otra que trabajar. Para reponerse de este
mal trago y seguir sumando puntos en lo que queda del Apertura.
Fuente Infierno Rojo
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