30/09/11
“Este es el partido para despegar”, dice el riojano
de cara al duelo del domingo con Racing.
PorFernando Gourovich
Quito, Ecuador. Enviado Especial
De fondo no se escucha la voz de Ricky Martin, huésped de
lujo en el Hilton Colón de esta ciudad. Las melodías que repiquetean en el
ambiente son las del solitario pianista de la confitería principal, el lugar
elegido por Ramón Díaz para el mano a mano con Clarín . Se acomoda en un
sillón, apaga su sofisticado celular y comienza el show...
-Díaz: “Mozo: un café y una lágrima para mí, por favor”.
-Mozo: “Perdón señor, ¿qué es eso?” -Díaz: ¿No sabés lo qué
es una lágrima? Un café con un chorrito de leche”.
-Mozo: “A la orden señor...” Se va el mozo y con esa
picardía que lo caracteriza, admite: “Me olvidé, sólo los argentinos le decimos
lágrima. Hasta en eso somos diferentes, je...” Está distendido y sonriente,
pese a la derrota ante Liga. Se abre la puerta del ascensor y aparece la
silueta de Emiliano, su hijo y ahora integrante activo de su cuerpo técnico, y
le grita: “Andá a la juguetería de enfrente a comprarle algo a la nena, eh”. La
nena es su nieta, su debilidad. Llegan el café y la lágrima. Es el momento de
las palabras.
¿En qué lío te metiste, no? Un lío lindo. Me gusta el
desafío. Independiente es un grande de verdad. Un club con mucho prestigio.
Siempre está para pelear cosas importantes. Pero hay que ser cautos: la gente
quiere todo rápido, pero ahora es momento de ordenar un montón de cosas.
¿Cuándo se va a empezar a ver tu mano en el equipo? Recién
jugamos cuatro partidos. Nos estamos acomodando. Hubo muchas lesiones. Pero no
tengo dudas que en breve los jugadores van a captar lo que yo pretendo.
Si te dan tiempo...
(Interrumpe) Si me dan tiempo voy a armar un gran equipo,
muy competitivo.
¿Como el Barcelona? Nooo: uno que se adapte al fútbol
argentino. Nadie lo dice, pero acá todo es muy distinto a lo que se ve por la
tele. Lo del Barcelona es de otro mundo. Y por ahí la gente no se da cuenta.
Compará los presupuestos de acá con los de allá. No existimos. Acá queremos
todo ya. Queremos hacer un Messi a los 14 años y eso es imposible.
En San Lorenzo jugaste mucho con lo del Falcon. Este Independiente
sería un...
Un auto de alta gama, pero ahora lo tenemos en los boxes. En
breve salimos a la pista...
Pasó Liga, ahora se viene el clásico con Racing. ¿Es la
gloria o Devoto desde el arranque nomás? Y sí, pero es parte de esto. Si
ganamos nos metemos al hincha en el bolsillo y si perdemos se van a venir las
puteadas. Es así.
Tus antecedentes con Racing son muy alentadores: lo
enfrentaste en 23 oportunidades y sólo perdiste dos 2 veces. La primera derrota
fue en el Clausura 99 en el Monumental y la última en el Nuevo Gasómetro.
En ese partido me mataron por un cambio que hice. Me
castigaron duro. Bueno, alguna vez me tenían que ganar, je... Esta vez no voy a
regalar nada. Quiero ganarle a Racing. Yo sé bien cómo se juegan los clásicos.
¿Y cómo lo imaginás? Muy táctico. Nos conocemos bien. Los
jugadores se conocen muy bien. No creo que ellos nos salgan a atacar a lo loco.
El Cholo, después de su paso por Catania, no es tan frontal. Le mete más
Catenaccio.
¿Racing es favorito? Racing viene bien, está invicto, es uno
de los equipos que puede darle pelea a Boca. Pero nosotros vamos a querer
ganarles por nosotros y por la gente. Este es el partido para despegar.
Después, nos meteremos de lleno en la revancha de la Sudamericana. Allá a Liga se
le va a complicar. El Libertadores es muy copero. Le vamos a tirar toda la
historia encima para revertir el 0-2.
Se lo nota algo más sereno (por ahora) y reflexivo. Sigue,
fiel a su estilo, diciendo lo que piensa, sin filtro a veces. Pero ahora está
en una postura armoniosa y conciliadora.
¿Evolucionaste con el tiempo? Nooo: yo siempre estuve
adelantado mil años, jajaja...
Pero estás más tranquilo.
Puede ser...
Una pregunta para ponerte a prueba: si se te presentara una
situación conflictiva como la que viviste con Sebastián Saja o un lío similar
al de los premios en San Lorenzo, ¿te manejarías de otra manera? Sí, por
supuesto, lo manejaría de otra manera. Todos vamos corrigiendo cosas. Uno
madura y aprende de los errores. Te cuento una: me he juntado con pibes que no
me pensé que me iba a juntar...
¿Con quién? Con Roberto Trotta. Ahora tiene otra actitud,
ahora que es entrenador ve las cosas con otra óptica. No estábamos peleados.
Simplemente yo decidía algo y él no estaba de acuerdo. Y en un momento le hice
saber que el que decidía era yo. Hoy tomaría las mismas determinaciones si las
creo convenientes para el grupo o para el equipo, pero utilizaría otros
métodos. Y buscaría que no tuviesen trascendencia mediática.
¿Tenés un mal recuerdo de este hotel? ¿Por? Por lo que pasó
con algunos jugadores de San Lorenzo en la previa a la revancha con Liga en la
Copa Libertadores de 2008.
Mal recuerdo no. Por ahí me quedó un gustito amargo porque
sentía que el que pasaba esa semi era el campeón. Pasaron ellos. Con lo justo.
Ese San Lorenzo jugaba bien, era muy duro.
Eso trato de inculcarles a mis jugadores: hay que jugar y
meter. No hay que regalar nada. Que nos ganen porque los otros juegan mejor.
Que les cueste. Quiero que los rivales en la previa digan: “Uy qué difícil es
enfrentar a Independiente”. Que se preocupen. Lo hice en San Lorenzo y ni
hablar en River.
Ahora voy por lo
mismo en Independiente.
Fuente Clarin
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.