Este equipo de Independiente no levanta con nada: ante un
conjunto alternativo de Vélez, que no ganaba hace cinco fechas, perdió 1-0 en
el Libertadores de América y sigue en caída libre, justo a una semana del
clásico de Avellaneda. La historia, cada días más manchada.
Resulta difícil explicar el momento que vive Independiente.
O no tanto. Con un plantel limitado y mal armado, al que se lo preparó muy mal
físicamente (las constantes lesiones musculares y los bajones en los segundos
tiempos así lo demuestran), el presente no podía distar demasiado del actual.
El único que estuvo a la altura de las circunstancias fue
Julián Velázquez y un poquito más atrás Gabriel Milito, lo del resto,
paupérrimo. Hilario fue responsable en el gol, los de la defensa estuvieron muy
erráticos, en el medio hubo cero idea y recuperación y a los de arriba, cuando
les llegaba (poco), les rebotaban todas.
En la primera etapa Independiente no logró llegar con
peligro al arco de Vélez ni siquiera una vez: apenas alguna aproximación o un
tiro de Cristian Pellerano desde lejos para el equipo de Ramón en 45 minutos
demuestran la carencia de variantes e ideas que hay.
Lo de Vélez tampoco fue una maravilla. Con mayoría de
suplentes, el equipo de Ricardo Gareca sólo inquietó en los primeros minutos
por la banda derecha con un Augusto Fernández que volvió loco a Maximiliano
Velázquez, pero que igualmente no lograba llegar con claridad.
Pero faltando 10 minutos para el descanso, pelotazo cruzado
de Vélez, cierre de Milito y todo parecía controlado, pero Hilario salió muy
lejos y mal, Jonathan Ramírez lo primereó con un puntazo y picó la pelota por
sobre su cuerpo para poner el 1-0 para la visita.
Para el complemento Ramón quiso cambiar la mano haciendo un
par de cambios: sacó a Leonel Núñez y Brian Nieva, de poco aporte, y puso a
Marco Pérez y Walter Busse, que hicieron tan poco como los sustituidos.
¿Resultado? Nada cambió.
Pasaron otros 45 minutos para Independiente de pura
intrascendencia ante un rival que lo dejó jugar tranquilo, quizás a sabiendas
de que poco haría el equipo de Ramón. Recién sobre el cierre lo tuvo un par de
veces Busse, primero en desborde que le cometieron penal cuando iba a patear y
otra con un disparo que se fue cerca.
Otra vez mostrando una imagen pobrísima, Independiente dejó
puntos en su casa (tercera derrota consecutiva como local) y continúa en el
fondo de la tabla, con el promedio empeorando en cada fin de semana. La salida
no se ve muy cerca…
Escrito por Walter Linovich el Domingo, 25 septiembre 2011
Fuente Infierno Rojo
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