Quién es el flamante presidente de Independiente, un
empresario sin trayectoria política en el club que ganó con el voto de los
indignados.
En un principio fue Bochini.
Fue el punto de partida, el
origen de esta historia protagonizada por un hombre que coronó su sueño casi
como en uno de esos cuentos de hadas que les leen a los chicos antes de ir a
dormir.
Pero acá no hay calabazas que se transforman en carrozas ni besos de
princesas que convierten sapos en príncipes, hay un hincha que hace apenas dos
años se propuso sacar al club del barro y llegó a ser presidente.
Y allá, en el
principio de todo, el Bocha.
A mediados de 2007 un tal Javier Cantero logró que el
Concejo Deliberante de Avellaneda le pusiera el nombre de Bochini al tramo de
la calle Cordero que pasa por la entrada principal de la cancha de
Independiente.
Ese cambio –sale el almirante, entra el prócer– fue el primer
paso, cuando Cantero todavía no tenía intenciones de iniciar una carrera
política.
“Lo hice para darme un gusto, como una manera de quedar en la
historia del club”, le confía a PERFIL.
A partir de ese episodio comenzó a
reunirse con otros hinchas que veían con preocupación el rumbo que tomaba la
gestión de Julio Comparada. Fueron días de reuniones, quejas e inquietud, y
Cantero repetía: “Somos responsables no por acción, si no por omisión”.
A ese grupo de indignados se fueron sumando más indignados,
hasta que hace apenas dos años formaron la agrupación Independiente Místico.
Empezaron a caminar los barrios, a reunirse con grupos de socios, a proponer la
vuelta a la esencia del club.
El resto lo hizo Comparada.
Y Cantero logró lo
que ya se sabe: el 18 de diciembre ganó la elección con el 60 por ciento de los
votos.
Así llegó a la presidencia del club este hombre de 54 años, nacido en
Quilmes, casado, tres hijos, vicepresidente de una empresa que construye obras
de gran magnitud en el país y en el exterior.
Pero en esta historia de sueños concretados, el círculo se
cierra.
Lo primero que hizo Cantero cuando asumió fue convocarlo al Bocha para
que vuelva a trabajar al club.
Había sido desechado por Comparada hacía tres
años, cuando el ídolo había apoyado al candidato opositor Noray Nakis.
De aquel
episodio quedó el recuerdo del despropósito y algo mucho más absurdo: un
telegrama de despido, con el Club Atlético Independiente en el remitente y
Ricardo Enrique Bochini como destinatario.
“Al Bocha lo queremos nombrar presidente honorario, es una
promesa de campaña –se entusiasma Cantero–. La idea es que sea asesor de
fútbol, que nos represente en las peñas del interior, que lidere la imagen del
club, como Alfredo Distéfano en el Real Madrid o Beckenbauer en el Bayern
Munich.”
La Mística lo trajo de vuelta.
Las buenas ya van a venir.
Cantero se hizo cargo del club en
uno de los momentos más críticos de la historia.
Un pasivo de más de 200
millones de pesos, embargos, cheque rechazados, los barras como amos y señores,
el estadio sin terminar y un equipo en eterna formación. De todos estos temas
habló con PERFIL.
—Fue muy comentado el cruce que tuviste con el líder de la
barra brava.
—Sí, fue en este despacho. Le dije que iba a tener los
mismos beneficios que cualquier socio, y que no hay un mango. Se fue muy
enojado. Cuando empiece el campeonato seguro que va a volver.
—¿Qué quería?
—Me presentó su renuncia indeclinable... Insólito. ¿A qué
cargo renuncia? Me pidió un papel y anotó de puño y letra qué hacía con la
plata, puso que le daba a los familiares de los que están presos...
prácticamente es un asistente social.
—¿El encuentro con Julio Grondona cómo fue?
—Muy amable, correcto. Lo primero que me dijo fue: “No te
agrandes que del otro lado no tenías a nadie”. Fue increíble, porque pasé de
ser un cuatro de copas a terminar reunido con Grondona.
—Comparada llegó a Independiente por Grondona y después en
una elección le votó en contra, ¿qué postura va a tener ahora el club en la
AFA?
—Vamos a hacer lo mejor para Independiente. No vamos a tomar
decisiones personales, porque los dirigentes representamos al club y tenemos
que decidir en función de los intereses de la institución. Además vamos a
corregir errores, porque Comparada ni iba a la AFA, mandaba al vicepresidente.
Pienso ir a todas las reuniones del Comité Ejecutivo. Antes estábamos a la
buena de Dios.
—Un tema que inquieta a los hinchas es la terminación del
estadio.
—Primero vamos a hacer un diagnóstico, y después, armar un
proyecto en dos o tres etapas. La prioridad es terminar el sector Bochini para
que entre más gente y poder aumentar las recaudaciones. Pero todavía no voy a
dar fechas.
—Cada vez que una nueva comisión directiva llega a un club
habla de auditorías y promete investigar irregularidades de la gestión
anterior, cosa que jamás ocurre. ¿Ustedes van a ir hasta el fondo?
—Cuando me hice cargo del club había 80 mil pesos en caja y
en una semana tuve que juntar 12 millones para pagar sueldos atrasados,
aguinaldos y cubrir algunos cheques que entraban. La auditoría la tenemos que
hacer para saber dónde estamos parados, si lo que reclaman los acreedores es
cierto o no. Y si encontramos irregularidades vamos a tener que hacer la
denuncia, obvio.
—Insisto: son las mismas promesas que hacen en todos los
clubes.
—La diferencia es que nosotros vamos a presentar informes
periódicos en la página de Internet. Los socios no van a tener que esperar a
que termine la auditoría, recibirán la información a medida que avance la investigación.
—¿En el fútbol argentino se puede enjuiciar a un dirigente?
—Sí, se puede, el tema es que después suelen aparecer esos
abogados con trajes Armani que retrasan las causas. De última, el club los
puede expulsar como socios, un castigo social. No está mal.
—¿Podrías adelantar algo de lo que encontraste?
—Está firmado el contrato con Puma por tres años más y con
Motomel, y ya se cobraron los derechos de televisión por los próximos tres
años. Pero tampoco vamos a hablar de la herencia que recibimos, ahora tenemos
que solucionar problemas. No me gustan los dirigentes que se quejan. Siempre
supe con lo que nos íbamos a encontrar.
—¿Qué fue lo que más te sorprendió cuando entraste al club?
—El primer día traje mi notebook y acá no hay wi-fi. Tampoco
hay una oficina para el presidente. Cuando fui a la cancha me enteré de que no
tenemos una cortadora de césped propia, que se la alquilamos a Lanús. Y acá, en
este despacho, hay un televisor con una videocasetera, no tenemos ni un
reproductor de dvd.
El verdadero innombrable
Este diario está legalmente imposibilitado de mencionar el
nombre o apodo del líder de la barra brava de Independiente por un amparo
solicitado por él mismo en el Juzgado Civil Nº 73. Lo curioso es que fue el
propio sujeto en cuestión el que esta semana subió en Facebook un texto escrito
en mayúsculas en el que relata:
“Le presente mi renuncia a liderar la mejor
barra de la argentina, porque el y su gente piensa que yo le pego al socio o
hincha,que no ayudo a que todo este tranquilo,sin peleas,ni robos”.
El ¿ex? jefe de la barra describe en la red social el
encuentro que tuvo con el flamente presidente, Javier Cantero: “Que yo no vivi
nunca del club,que solo me daban el peaje y combustible para mi camioneta para
ir a organizar todo lo que abarca fiesta en la tribuna las banderas globos
micros telones y todo lo que ven ustedes en la cancha”, y agrega: “Que la barra
no tiene negocios en el club, no opina en las deciciones de los dirigentes,ej
jugadores concesiones, o cualquier otra cosa que su cabeza se imaginan”.
Por último, el líder de los hinchas caracterizados muestra
su incondicionalidad: “Yo lo apollo si jugamos con la inferiores ,porque
tenemos que pagar la deuda, que yo lo apollo si jugamos la promocion, porque
estamos pagando la deuda del club , que yo lo apollo (sic) si un jugador vale
200 lucas y figura eso y no 1 millon 200”.
Fuente Independiente
Crece