Por Bruno Carbajo
En un
encuentro de locos, el equipo de Pedro Monzón comenzó con el pie derecho pero
en una ráfaga se lo dieron vuelta.
Una
ventolera de goles apagó la llama del Diablo. En un abrir y cerrar de ojos, de
todo pasó en Florencia Varela, donde la Reserva de Independiente sufrió un muy
duro golpe. Fue goleada 5-2 por Defensa y Justicia, por la novena fecha de la
Copa Proyección, en un encuentro que se definió en un poco más del cuarto de
hora, y que, en contradicción al resultado, las primeras señales daban como
candidato al equipo de Pedro Monzón.
Un primer
tiempo de locos fue el que se vivió en el predio del Halcón, sin darle al
espectador la posibilidad de darle segundos para despegarse de la pantalla.
Precisamente a los 27 minutos, cuando Defensa llegó al empate y le dio al
encuentro un inesperado punto de no retorno. Sí, Independiente había comenzado
ganado.
Paradójicamente,
los de Pedro Monzón tuvieron uno de sus mejores arranques de partido del último
tiempo. Tres claras situaciones de gol, sumado a una intensa presión alta, en
15 minutos permitieron convertir, prematuramente, en figura del partido al
arquero rival. Se haría justicia dos minutos más tarde, cuando la presencia de
Lautaro Millán para sumar rodaje hizo efecto al marcar el primer gol del
encuentro. Pero aquella intensidad se borraría sorpresivamente en cuestión de
minutos.
El golpe
del gol, incluso, favoreció a Independiente, que siguió dominando el encuentro
con un fútbol directo y punzante. Pero el problema llegó cuando Defensa puso a
prueba su puntería: convirtió cuatro goles en una ráfaga de siete minutos, dos
de ellos proviniendo de débiles rebotes que Mateo Morro le sirvió a los
delanteros rivales. El empate llegó a los 27 minutos y a los 34 el marcador
señalaba la victoria 4-1 del conjunto local.
Una labor
ofensiva superlativa desbordó a la defensa del Rojo en todos sus frentes.
Puntualmente, sufrió la actuación del atacante Lorenzo Brun, partícipe directo
en todos los tantos del Halcón, ya sea mediante asistencias o ser el encargado
de empujar la pelota sobre la red.
Sin
embargo, cuando el resultado parecía ser un golpe de nocaut, Independiente
despertó la ilusión en la última jugada del primer tiempo al descontar a través
de un cabezazo de Gonzalo Bordón.
Aunque la
búsqueda de la heroica de parte de Monzón y compañía quedó en el intento cuando
el propio Defensa, a los 13 minutos del complemento, volvió a encenderse para
marcar el tanto que sentenció el encuentro a falta de media hora para el final.
Incluso, el local tuvo chances para llegar al sexto grito en una tarde soleada
pero que se tiñó de negro para Independiente.
A pesar del
resultado, el Rojo se mantiene séptimo en la tabla de la Zona 2, con 12 puntos,
y persiste en puestos de clasificación a la próxima ronda. Por su parte, el
Halcón de Varela salió del fondo para ponerse décimo, a dos unidades de
alcanzar al Diablo.
Fuente
Infierno Rojo
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