Queda claro que no fue un buen torneo para el Rojo.
Anteúltimo en el grupo de la Fase Campeón con solo 6 puntos de 15 posibles y
clasificándose a la Sudamericana de este año por la ventana. De igual manera,
más allá del rendimiento, en este último tiempo, Independiente ha perdido
encuentros por errores propios y porque lo que convertía en el arco rival no
sustentaba las falencias en la defensa y en el arco local.
En el grupo de la Fase Campeón, el Rey de Copas perdió 3 a 2
con Huracán, cayó 2 a 1 frente a Boca, venció 2 a 0 a Argentinos Juniors,
perdió por 4 a 3 ante Arsenal y le ganó 2 a 0 a River. En estos cinco partidos,
Independiente convirtió 10 goles, pero recibió 9 de los rivales.
Más allá de la poca eficacia en los delanteros, queda claro
que en partidos como los de Huracán, Boca y Arsenal, con una defensa sólida era
más factible llevarse los tres puntos. Un ejemplo claro son los Bosteros,
actual campeón de la Copa Maradona, que en 5 partidos, solo le convirtieron 6
de los 10 que fabricó en goles.
Los números lo marcan. La defensa de Independiente debe
transmitir seguridad, solidez e inteligencia a la hora de tener que aguantar un
resultado favorable. Esto es algo que todavía no se vio y que todos esperan.
Lo que si queda claro, es que quien asuma como nuevo
entrenador del Rojo, tendrá trabajo para que la línea del fondo sea segura.
Tendrá a Bustos, Asís, Barreto, Barboza, Franco, Costa, Ortega, Rodriguez y en
un futuro, la vuelta de Ezequiel Muñoz. Hay material para afianzar. Ahora resta
solo el trabajo y el esfuerzo de todos.
Fuente Infierno Rojo
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