Es imposible negar que las tres series de amistosos pasaron
desapercibidos dentro del vestuario de Independiente. Si bien fueron encuentros
preparatorios, el hecho de que no hayan sido por los puntos no quita que el
cuerpo técnico los use para sacar conclusiones.
Lo que pudieron ver contra Gimnasia, Morón y Banfield ayudó
al futuro parado inicial por la Copa Sudamericana y la Copa de la Liga
Profesional. Lucas Pusineri comprendió la necesidad de darle lugar a Lucas
González y a Alan Velasco entre los titulares.
Son los dos juveniles más destacados, que pueden imprimirle
frescura y dinámica al equipo. Velasco tiene una chispa, un uno contra uno, que
no puede ser enfrascado ni desperdiciado. El DT entendió que la banda derecha
del ataque tienen que ser para el pibe de 18 años, que bien acompañado y
secundado por Fabricio Bustos puede generar peligro.
Por su parte, Saltita tiene un ritmo de juego que
potencialmente podría beneficiar a la recuperación y distribución de la pelota
en la mitad de la cancha. Hasta ahora se vio un equipo de transiciones lentas,
con falencias en el retroceso en bloque y necesitado de resolución en los
metros finales.
El cuerpo técnico está pensando hacer un amistoso más antes
del inicio de la competencia oficial para probar a estos dos chicos dentro de
un once titular, para ver cómo se vinculan con Pablo Hernández, Andrés Roa,
Silvio Romero, Fabricio Bustos, entre otros. Independiente tiene mucho por
crecer, mucho por mejorar y mucho por jugar hasta fin de año.
Fuente Infierno Rojo
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