Vistas de página en total

miércoles, 21 de agosto de 2019

Impresentable



Por Denis Fabricatore

Independiente jugó muy mal en La Plata y fue merecidamente goleado por Estudiantes en la 3ª fecha de la Superliga.

Perdió 3-0, por los goles de Ángel González, Diego García y Enzo Kalinski.

El equipo de Sebastián Beccacece fue un espanto de principio a fin. Con muchos cambios, salió a jugar en el Estadio Ciudad de La Plata sin convicción, sin una idea de juego clara y con un desorden y una confusión preocupantes. Confusión lógica si se tiene en cuenta el cambio de último momento: Fabricio Bustos suplente, Cecilio Domínguez titular. El Rojo, más preocupado por defender que por atacar, no tuvo una sola jugada clara de gol y no se fue al entretiempo en desventaja porque el rival tampoco estuvo claro en la primera mitad.

En el arranque del complemento llegó el primer cachetazo. Un cachetazo que dio el propio destino. A los 2 minutos, Ángel González capturó un rebote de Martín Campaña y puso el 1-0. Sí, el mismo González que estuvo a punto de firmar en el Rojo y que el DT pidió no contratar a último momento por su amistad con Gabriel Milito. La jugada se originó en un mal control de Lucas Romero, de flojo debut.

El gol inclinó la balanza a favor del Pincha mientras Independiente seguía sin hacer pie. El arquero Mariano Andújar, un espectador de lujo. Beccacece pateó el tablero con los ingresos de Andrés Roa y Bustos, por los flojísimos Martín Benítez y Cecilio. Pero nada cambió. El equipo no dio respuestas y para colmo, la defensa trastabillaba una y otra vez. El local sólo tuvo que acelerar un poco para liquidar la historia.

En uno de esos errores defensivos se gestó el 2-0 de Estudiantes. La falla fue compartida entre Nicolás Figal y Alexander Barboza -otro debutante, de muy mal partido-, y así García encontró el hueco para estirar la ventaja. Un resultado más lógico para un Rojo que se arrastraba y que recibiría otro golpe a 7′ del final, cuando Kalinski sentenció el 3-0 con una chilena espectacular. En el medio, un ingreso de Chávez que pasó desapercibido y una inexplicable ausencia de Pablo Pérez, suplente los 90′ de un Domingo Blanco que aportó poco y nada.

Así pasó un muy mal partido del Rey de Copas. Así pasó otra derrota, más merecida que las dos anteriores en Quito. Un desconcierto táctico, desde adentro y desde afuera, se pagó una goleada humillante y merecida. Mucho para trabajar de cara a la próxima fecha.


Fuente LxR

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.