Uno x uno vs. C. Córdoba - Según Orgullo Rojo

Por Javier Brizuela

 

Milton Álvarez (6): No fue mucha la labor del arquero, que contuvo un cabezazo en cada tiempo que no exigieron mayor esfuerzo. Y un tiro de Martínez a los 35.

 

Alex Vigo (5.5): El esfuerzo para ir al frente de siempre, con las falencias que ya le conocemos con pelota. No terminó jugadas asistiendo, ni tampoco tuvo graves errores. Lo mejor que hizo llegó en el final, con un centro preciso para Tuco.

 

Sergio Barreto (6): Sin inconvenientes, ganando los mano a mano como de costumbre, hoy siendo stopper en un tiempo.

 

Joaquín Laso (5.5): Jugó los 45 iniciales como líbero, sin mayores problemas.

 

Juan Insaurralde (5.5): Tampoco sufrió mucho el Chaco defensivamente, en un encuentro que lo mostró impreciso saliendo con pases, algo raro en él.

 

Gastón Togni (5): Dijimos varias veces que costaba entender que esperaba el técnico de él. Hoy se entendió, más con la línea de cinco. Si bien siempre deja dudas, hoy fue importante en ataque para aprovechar espacios y llegar libre al fondo. Tal como muestra el gol, la jugada a los 34 y varias en el complemento luego de habilitar a Roa. A los 73 tuvo una de las más claras con un zurdazo que se fue apenas afuera. Igual, tiró todo por la borda en el empate, con un grosero error de concepto. En las primeras clases de cualquier escuelita te hablan de no rechazar para adentro, muchísimo menos con la pierna cambiada, todo mal hizo. Sobre el final se recupera un poco en esa contra muy peligrosa en la que volvió rápido y arreó al rival hacia el costado.

 

Lucas Romero (4): Otro flojísimo partido del Perro, algo que ya la gente le hace notar. No alcanza con ganar algunas pelotas en el medio.

 

Alan Soñora (4.5): Otro que sigue en un nivel de regular para abajo, y que aparece mucho menos de lo que se lo necesita. Un centro a los 39 para Lean y un cambio correcto en el gol, no más que eso. Muy poco para un diez, más allá de que él no tenga la “culpa” de llevar ese número.

 

Andrés Roa (5): Con esa pachorra exasperante, como si lo hubieran llamado un día que estaba cansado para jugar. Después te mete un lindo taco como el que le puso a Togni, o convierte el gol. Pero una cosa no quita la otra.

 

Damián Batallini (4.5): Como suele suceder, alterna buenas y malas en un contexto en el que mete y deja todo. Pero tardó mucho en varias jugadas, o decidió mal como a los 62 en una contra que era clara. A los 46 probó y se fue cerca por arriba. No redondeó un buen encuentro.

 

Leandro Fernández (4.5): Movedizo, inquieto, pero sin conseguir generar peligro. Probó bien a los 7 en el primer tiro al arco y tuvo una chance a los 25 enganchando y dándole adentro del área. A los 39 no llegó a conectar un centro de Soñora.

 

Leandro Benegas (5): Tuco jugó el complemento por Laso. Entró bien, enchufado y ganando algunas pelotas, para irse perdiendo en la mediocridad generalizada. Sobre el final lo tuvo de cabeza, pero la tiró afuera.

 

Carlos Benavídez (5): Reemplazó al Perro a los 65, para tocar un poco, participar en algunas jugadas y no más que eso.

 

Tomás Pozzo (5): También a los 65, él por Leandro. Y tampoco logró hacer demasiado, más allá de algunos toques y arranques que prometían.

 

Lucas González (5): Parte del triple cambio de los 65, por Roa. Al igual que Pozzo, entró dinámico, pero fue apagándose de a poco. A los 71 tenía varias opciones de pase, pero se nubló y le dio mal al arco.

 

Rodrigo Márquez: Entró por Soñora a los 76, para tratar de generar algo por derecha y meter algún buen centro. A pesar de no haberlo conseguido, debe jugar más.

 

Eduardo Domínguez: Pésimo partido de Independiente, que hoy tenía la obligación de ganar. Por momentos faltó tranquilidad, en la mayoría no hubo fútbol. Se celebra la intención de tratar de atacar con más gente, como en el complemento, pero sin ideas y precisión eso es estéril. De hecho en el final daba la sensación de que el que más cerca estaba era el visitante. La línea de cinco le funcionó más a Togni (en ataque) que al equipo. Hay que aprovechar el clásico para cortar la racha de empates y empezar una senda positiva, sino se complica demasiado el contexto.

 

Fuente Orgullo Rojo