Por Matías Barrios
Minutos después de que Central Córdoba estampe el 1-1 ante
Independiente, Eduardo Domínguez realizó un triple cambio que no resultó
efectivo y lo analizamos.
Esta vez, como sí había ocurrido contra Boca y Godoy Cruz,
las variantes de Domínguez no hicieron efecto.
Los ingresos de Lucas González, Carlos Benavidez y Tomás
Pozzo por Leandro Fernández, Andrés Roa y Lucas Romero no le brindaron la
frescura y frialdad que ameritaba el momento para torcer la historia.
Con estas modificaciones se vio a un equipo totalmente
distinto: superpoblación en la mitad de la cancha (con escasa conexión) y pocas
alternativas tanto por los costados como en el área. Leandro Benegas quedó, por
momentos, bastante relegado y poco abastecido por sus compañeros. De hecho, la
única clara que tuvo el delantero fue un cabezazo que se fue apenas ancho cerca
del cierre.
En primera instancia, el técnico del Rojo pretendía mayor
movilidad, dinamismo y recuperación rápida de la pelota. Sin embargo, nada de
lo anterior apareció y le costó vulnerar a una defensa contraria bien
resguardada, que achicó los espacios y ganó prácticamente todo por arriba.
El esquema inicial de Eduardo Domínguez con cinco defensores
le jugó una mala pasada y lo pagó en el complemento. Además, los suplentes
tampoco lo ayudaron para ponerse arriba en el marcador y conseguir una victoria
luego de varias fechas.
Fuente LxR
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