A lo largo de los últimos años Independiente fue perdiendo
varios valores que forman su idiosincrasia. La pertenencia fue uno de esos
bastiones. ¡Hagan algo, todo empieza desde arriba!
Independiente es el Rey de Copas, el orgullo de Argentina y
América, siendo un club inmenso que a lo largo de su gloriosa historia supo
refrendarla con campeonatos obtenidos. Todo esto no llegó por arte de magia,
sino con un equipo que duraba años y hacían de la pertenencia y amor por el
club un culto. Lógicamente el futbol cambió mucho, y también la realidad de
cuánto dura un futbolista en el mismo.
Así como cambió eso, también lo hizo la ideología de quienes
ejecutan en las instituciones. Como explicaba anteriormente, Independiente tuvo
gloriosos años en lo institucional y futbolístico, algo que se dio gracias a la
sagacidad de sus dirigentes que eran metódicos hasta para gastar un centavo,
algo que se refrendaba en el club. Lamentablemente ahora todo eso son recuerdos,
con un club a la deriva en la que el caos es total.
Tal es la deriva que Domingo Blanco, quien aún no renovó su
contrato y coquetea con irse a Europa como jugador libre, mandó a callar a la
gente el pasado sábado por Copa Argentina, siendo una prueba más del poco apego
y cariño que hay por el hincha. Lejos de seguir la costumbre el club perdió el
inculcar el amor por estos colores y por su gente, donde hay que escuchar más a
las glorias que hacen docencia en las juveniles, tales como: Sá, Santoro y
Pavoni entre otros, se los alejó del club de un tiempo a esta parte, por las
propias decisiones de quienes los acercaron.
Es difícil pretender que se pueda predicar con el ejemplo
desde una dirigencia que no para de acumular deudas y conflictos, con jugadores
y ex jugadores del club, donde el hincha los repudia en el estadio y el propio
presidente de la institución asegura:
“Son los mismos 4 boludos de siempre”, sobrando la autoridad
del socio, a ese mismo que Domingo Blanco, intencional o no –no viene al caso-
desestimó a la gente en Córdoba y por sobre todas las cosas al club.
Tomen el toro por las astas de una buena vez y bajen un
mensaje de respeto al club, cuidando a quienes le tienen algún tipo de amor o
cariño y siendo estrictos con quienes no. El Club Atlético Independiente es muy
grande y está por encima de cualquier persona, quien pase por él tiene que
estar agradecido toda su vida, no se puede permitir el seguir regalando
prestigio y que ciertos personajes quieran pisotear el escudo.
Fuente Infierno Rojo
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