El 3-2 contra Huracán presagió la durísima caída de
Independiente frente a Lanús. La eliminación de la Copa Sudamericana, poniendo
al Rojo en una situación de mendigo para 2021, desnudó miserias y desencuentros
entre aquellos que toman decisiones en el club.
A Jorge Burruchaga no le cayó nada bien que Pablo Moyano y
Héctor Maldonado salgan a decir públicamente que van a ofrecerle la renovación
de contrato a Lucas Pusineri, sin antes consultarle. ¿En qué posición quedó el
Manager? Prácticamente le bajaron línea de que su función está limitada en la
toma de determinaciones; contrario a lo que él mismo había asegurado en su
primera conferencia de prensa.
El DT está en la mira, aunque los directivos quieren
sostenerlo en el cargo. Su equipo no jugó bien casi nunca, pero realmente tuvo
poco material al alcance de la mano. Fue el capitán de un barco desmoronado,
navegando aguas turbias, en medio de la desidia institucional. ¿Continuará en
el cargo como si nada o él mismo se plantará para tener un 2021 más organizado
e imponer ciertas condiciones?
Sin dudas que es imposible construir si entre el técnico y
el Manager no existe un diálogo fluido, constante, de encuentro y concesiones,
de debates por el bien de la institución y no desconfiando de las opiniones del
otro. Hace falta que la gestión se note en esos detalles de convivencia que
hacen la diferencia al final del día.
Es por eso que el próximo lunes se dará una reunión
fundamental entre la cúpula dirigencial y Burruchaga, en principio para saber
qué opina el Secretario Técnico de todo lo que acontece en Independiente. A
partir de allí, la renovación o no de Pusineri estará en tela de juicio y la
elección se conocerá horas más tarde. ¡Post Boca será una semana de muchas
novedades!
Fuente Infierno Rojo
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