El defensor viene siendo de los mejor del Rojo en el semestre.
(Foto: Martín Bonetto)
Por Favio Verona
El uruguayo Gastón Silva cambió silbidos por aplausos y
comentó que levantó su nivel por dejar de pensar tanto en el qué dirán:
“Volví a ser feliz en una cancha”.
“Vamos a sentarnos en el piso”. No hay sillas en el gimnasio
que Independiente tiene en el predio de Villa Domínico. Lejos de hacerse
problema, Gastón Silva prepara unos mates, se sienta en el suelo e invita a una
larga charla futbolera. No hay divismos. El lateral de 25 años sigue siendo
aquel pibe de barrio que aprendió a jugar a la pelota en las calles de Salto,
la pequeña ciudad uruguaya de la que es oriundo.
Hoy vive su mejor momento desde que está en el club: viene
siendo uno de los puntos más altos del semestre y logró el difícil objetivo de
cambiar silbidos por aplausos.
“Beccacece me dio mucha confianza y me siento mucho más
tranquilo y suelto en la cancha. El equipo me está haciendo las cosas mucho más
sencillas. Desde que llegué me preparé para alcanzar este nivel y me costó. A
veces las cosas te salen y en otros momentos no. Y ahora por suerte me están
saliendo”, comentó el charrúa que está en el Rojo desde mediados de 2017.
-Hace poco la gente reprobó a Alexander Barboza, quien está
viviendo una situación similar a la que te tocó atravesar a vos. ¿Esa exigencia
del público te ayuda a levantar o cuando se cae en los silbidos es
contraproducente?
-A mí me pasó. La gente me exigió y hubo varios partidos en
los que recibí muchas críticas que fueron duras. Hay que aprender a ver el lado
positivo de las cosas y tomar esos cuestionamientos con madurez y mucha
humildad. Independiente es un club muy exigente, la gente pone la vara alta
constantemente, tal como marca la historia del club. A algunos les cuesta
adaptarse y a otros se les hace más fácil. Ale (Barboza) está viviendo un
momento difícil, pero estoy seguro de que con sacrificio lo va a sacar adelante
porque es un muy buen jugador.
-¿Pudiste hablarle y contarle tu experiencia para ayudarlo?
-Sí, en el plantel siempre nos apoyamos entre nosotros. Creo
que la gente tiene que apoyar al grupo. Más allá de la exigencia, que es lógica
y muy entendible, los hinchas tienen que ver el trabajo y el esfuerzo que
estamos haciendo para tratar de mejorar. Para sacar a Independiente adelante
debemos tirar todos para el mismo lado. Porque el club está por encima de
absolutamente todos y eso hay que tener presente siempre.
-Tu nivel creció y el público lo reconoció con aplausos en
algunos partidos. ¿Cuál fue tu punto de inflexión?
-En su momento las críticas que recibí fueron fuertes y me
llegaban mucho. A nadie le gusta escuchar cuestionamientos porque internamente
sabés y te das cuenta de que no estás haciendo un buen papel. Y eso duele. Nos
duele a todos. Llegó un punto en el que hice un click. Mi cabeza cambió y
empecé a jugar de la forma en la que sentía que debía hacerlo. Si pensás en los
murmullos perdés confianza y te limitás. Yo aprendí a soltarme. Si quieren
hablar, que hablen. Viví un momento de cambio y hoy estoy jugando a mi manera.
Aprendí a no tener en cuenta el qué dirán. Y eso me ayudó. Simplemente decidí
pensar también en mí y tratar de ser feliz dentro de una cancha. De a poco dejé
de estar tan pendiente del afuera y hoy me siento más cómodo, con mucha más
confianza y tranquilidad para tomar decisiones sin pensar tanto en lo que se
puede llegar a decir. Hablar se va a hablar siempre. Y es por eso que no sirve
de nada preocuparse por todo lo que se escucha.
-¿Te costó mucho hacer oídos sordos a las críticas y
liberarte?
-Sí, todo lleva un proceso y no es nada fácil. Para jugar
bien tenés que ser feliz en el campo de juego. Y yo volví a ser feliz en una
cancha. De eso se trata el fútbol, de hacer lo que te gusta. Si no disfrutás,
no rendís. El pensar constantemente en el qué dirán te lleva a limitarte. Yo me
liberé, me animé a soltarme, a hacer lo que siento que tengo que hacer sin
importar lo que se diga. De a poco recuperé la confianza en mí. Hoy me siento
mejor, mucho mejor que antes.
-Son muchos los jugadores que suelen decir que es imposible
disfrutar en el fútbol profesional, pero vos por lo que remarcás lo ves de otra
manera...
-Desde mi punto de vista, el disfrute es necesario para
jugar bien. Por supuesto que eso no quiere decir que no sos consciente de las
responsabilidades, pero hay que buscar la forma de disfrutar del juego. Sé que
he levantado mi nivel y mucho tuvo que ver la forma en la que cambió mi cabeza.
Me ha tocado pasar momentos difíciles, pero ahora estoy muy contento en el club
y lo malo se olvida rápido.
-El equipo viene teniendo un andar irregular y ha planteado
los partidos de distintas formas. ¿Cuál es el estilo de juego que están
buscando consolidar?
-En la semana solemos trabajar para presionar en bloque,
tener la pelota y ser verticales a la hora de atacar. El problema es que los
rivales no siempre te permiten sostener esa propuesta. Los partidos no siempre
se pueden jugar de la misma forma. Los adversarios a veces te llevan a
defenderte más. Nos pasó contra Defensa y Justicia, en la Copa Argentina (NdeR:
ganó Independiente 1-0). Nosotros no tuvimos un planteo defensivo, no salimos
con la idea de meternos atrás. Lo que ocurrió fue que el rival nos superó
futbolísticamente y nos llevó a tener que aferrarnos al cero y aguantar.
-¿Qué explicación le encuentran a esa irregularidad que
vienen teniendo?
-El tema es que todavía estamos consolidando un estilo de
juego. Nuestra identidad es atacar, tener la pelota y apretar arriba. Pero como
venía diciendo, los partidos no siempre se dan como uno quiere. En algunas
oportunidades tenés que adaptarte al trámite y cerrarte para no pasarla mal.
-El equipo deja la sensación de que busca adaptarse al rival
y al contexto...
-Sebastián (Beccacece) tiene muchas maneras de jugar. Te
propone varias formas, distintos esquemas. En el plantel tenemos jugadores
polifuncionales y hemos jugado con línea de cuatro y de cinco. Somos un equipo
flexible. No tenemos un único plan y eso está muy bueno.
-En ese contexto de rendimientos dispares, ¿cuál considerás
que fue el partido en el que mejor se vio reflejado el juego que está buscando
Beccacece?
-Contra Colón (2-0) y Talleres (3-2) hemos jugado muy bien.
Fueron dos encuentros en los que el trámite se dio de la forma en la que habíamos
imaginado y planteado. Creo que en esos dos partidos hemos logrado generar
muchas situaciones de gol y tuvimos volumen de juego.
-Anteriormente mencionaste la importancia de tener jugadores
polifuncionales y te ha tocado jugar de central y de lateral. ¿En qué posición
advertís que podés rendir mejor?
-Mi puesto es de central y por naturaleza me siento más
cómodo en esa función. Desde las Inferiores que me ubico en la zaga. Pero nunca
voy a poner reparos si me toca jugar de lateral porque también estoy acostumbrado
a cumplir esa función. Y la realidad es que con tal de salir a la cancha lo
hago en donde el técnico me necesite.
-¿Tenés algún referente en tu puesto?
-Sí, siempre lo tuve ahí arriba a Diego Godín. También
miraba mucho a Sergio Ramos y a David Luiz. Son jugadores de primer nivel y los
tomo como ejemplo.
-Godín suele ser compañero tuyo en la selección de Uruguay.
¿Él sabe de esta admiración que le tenés?
-Sí, es un grande. Me genera una alegría enorme poder
compartir momentos en las concentraciones con él. Me ha enseñado mucho. Es muy
humilde y tranquilo. Sabe que casi todos los centrales uruguayos lo admiran y
conmigo ha sido muy generoso para compartir todo lo que aprendió a lo largo de
la gran carrera que hizo.
-¿Qué te pide Beccacece cuando jugás de lateral y de
central?
-Cuando juego de marcador de punta me exige que suba, que
trate de acompañar a los mediocampistas para que el equipo quede corto. Lo que
él quiere es que esté cerca de los volantes y el extremo para triangular y
hacerles llegar la pelota a los puntas. Cuando voy a la zaga nos pide que
hablemos mucho, que tratemos de ordenar al equipo en base a lo que vemos desde
atrás.
-Desde que llegó Beccacece hubo varias jugadas en las que
los centrales se animaron a conducir en la salida desde el fondo. ¿Eso se debió
a un pedido expreso del entrenador?
-Sí, Sebastián nos ha transmitido confianza para poder
jugar, soltarnos, arriesgar. Es un técnico que te da muchas libertades. Él te
pide que seas vos mismo adentro de la cancha. Y creo que eso me ayudó a retomar
mi nivel. Estoy seguro de que el equipo va a arrancar porque el trabajo que
venimos haciendo es excelente y el grupo está más unido que nunca.
-Tuviste experiencias en el fútbol de Europa jugando para el
Torino y el Granada. ¿Tu meta es mantener este nivel para tener una revancha
allá?
-Miro mucho fútbol de afuera y uno siempre tiene la
esperanza de volver a jugar en Europa. Independiente siempre se portó muy bien
conmigo y estoy muy agradecido. Ojalá yo le pueda devolver al club un poco de
todo lo que me dio a mí. Ojalá en alguna ocasión pueda ayudar al club desde lo
económico mediante una venta importante, pero en este momento estoy muy
enfocado en los objetivos que tenemos por delante.
-¿Qué sería un buen semestre para Independiente? ¿Para qué
están?
-Lo más próximo que tenemos es la Copa Argentina. Ganarla
sería muy importante para nosotros y para Independiente, que hasta ahora nunca
la pudo conseguir. El club precisa un título y nosotros lo sabemos, pero
tenemos que estar tranquilos. Hay que ir de a poco, planteándose objetivos
cortos. En la Superliga no estamos tan lejos, todavía tenemos pendiente un
partido contra Newell’s y estoy convencido de que aún hay posibilidades de
prendernos en la pelea. No tengo dudas de que tenemos plantel para estar bien
arriba. Y vamos a dejar todo para que Independiente esté en los primeros
planos.
Fuente Olé


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