Por Franco Ronzetti
Uno de los principales motivos de la salida de Sebastián
Beccacece tiene que ver con el no cumplimiento de los objetivos que aparecían
en el camino de Independiente para este semestre: Copa Sudamericana, Superliga
y Copa Argentina.
Beccacece asumió el pasado 7 de junio con un torneo local
por empezar, con un equipo que se encontraba en los 8vos. de final de la
Sudamericana y en los 16vos. de la Copa Argentina.
El primer gran fracaso de su corto ciclo en el Rojo vino en
el plano internacional. Pudo superar a Universidad Católica de Ecuador y
meterse entre los 8 mejores, pero en cuartos de final no pudo en los 180′
contra Independiente del Valle, que definió en la altura de Quito la
eliminación que desencadenó el resto de los males.
En la actual Superliga, Independiente no levanta cabeza y se
encuentra a 8 puntos de los líderes, aunque debe disputar un partido pendiente
frente a Newell’s. Beccacece le deja un desafío complicado a su sucesor, que
será mejorar la pobre campaña en la única competencia que le queda al club de
acá a fin de año.
La derrota 0-2 frente a Lanús por los 4tos. de final de la
Copa Argentina fue la gota que rebalsó el vaso. En este certamen, con Beccacece
en el banco, el Rojo había dejado atrás a Patronato y a Defensa y Justicia,
ambos por 1-0 y con un nivel de juego malo. La eliminación a manos del Granate
lo dejó también afuera de la clasificación a la Libertadores 2020 y le puso fin
a un ciclo corto y sin objetivos cumplidos.
Fuente LxR
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