Por Juan Limansky
El entrenador de Independiente revalorizó a muchos jugadores
que eran resistidos por la gente y terminaron siendo figuras.
Holan y un festejo inolvidable.
Desde el funcionamiento colectivo hasta la idea de juego,
pasando por su discurso y por el buen grupo que formó, a Ariel Holan se le
pueden destacar muchas cosas sobre su gran trabajo en Independiente, que se coronó con la conquista de la Copa Sudamericana.
Uno de los logros más importantes para el entrenador fue
cómo revalorizó a muchos futbolistas. Varios integrantes de este plantel no
venían teniendo continuidad o eran de los más resistidos por el público y
terminaron jugando en gran nivel y ganándose el cariño de la gente.
Holan, dándole indicaciones a Sánchez Miño.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Juan Sánchez
Miño, a quien los hinchas le apuntaban por haber errado el penal en la
definición ante Chapecoense, en la anterior Sudamericana. A fuerza de grandes
rendimientos, el zurdo se fue poniendo a la gente en el bolsillo y terminó
siendo un jugador clave para el DT, que lo utilizó tanto de lateral izquierdo
como en el mediocampo.
Otro futbolista que se potenció fue Ezequiel Barco. Si bien
ya era una de las joyitas del club, el joven de 18 años se había estancado y
muchos hinchas empezaron a dudar de su potencial. Pero Holan le dio confianza y
terminó siendo una de las grandes figuras, con una brillante actuación en la
final ante Flamengo. Hoy se habla de una posible transferencia millonaria.
Martín Benítez es otro de los jugadores cuyas acciones
subieron desde la llegada de Holan. Si bien recién tiene 23 años, debutó muy
joven y hace mucho tiempo que está en la Primera. Tuvo altos y bajos y la gente
ya lo cuestionaba, pero en este año mostró un nivel muy parejo y fue clave en
distintos momentos, pese a que sufrió algunas lesiones.
Meza fue clave para ganar la Copa.
Uno de los que terminó siendo de los mejores jugadores
del equipo, con rendimientos altísimos en el último tiempo, fue Maximiliano
Meza. Muchos se olvidan de que al ex Gimnasia le costó mucho la adaptación al
Rojo y no lograba encontrar su mejor nivel en sus primeros partidos. Holan
apostó por él y el volante ofensivo le respondió dentro de la cancha.
Por otro lado, hay dos juveniles como Fabricio Bustos y Alan
Franco, que no tenían mucha continuidad (Franco ni siquiera había debutado)
pero el entrenador los puso como titulares indiscutidos y fueron dos baluartes
de la defensa. Ambos tienen 21 años y un futuro enorme. Todas estás apuestas
del DT, que terminaron saliendo bien, son una gran noticia para el patrimonio
del club. Los dirigentes ya están trabajando para asegurar la continuidad de
Holan y que así sigan los éxitos.
Fuente El Gráfico
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