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martes, 23 de enero de 2018

Los grandes apuestan al ataque para atrapar esa Copa Libertadores que ya es una obsesión


Independiente, el rey internacional, vuelve a jugarla tras siete años. Boca no la gana hace una década. River busca sacarse la espina de la última edición. Y Racing va por la segunda corona.

Es una máxima que se puede aplicar a todos los equipos de América, pero que toma especial fuerza en los grandes de Argentina: siempre, pero siempre, hay que presentar batalla en la Copa Libertadores. Así lo dicta la historia, ya que entre Independiente (7 veces campeón), Boca (6), River (3), Racing (1) y San Lorenzo (1), los gigantes del país suman 18 trofeos. Ahora bien: en esta edición estarán presentes cuatro de ellos, ya que los de Boedo no lograron el pasaje. Y este póker de grandes no se privó de nada en la búsqueda por un nuevo título, sino que armaron súper equipos para estar a la altura de las expectativas.

Anoche, la Copa Libertadores 2018 puso primera con tres partidos correspondientes a la primera fase del Repechaje con equipos que buscan entrar en la fase de grupos. Pero ojo, este año hay promesa de un torneo de alto vuelo: sobre todo porque participarán 17 de los 25 equipos que fueron campeones a lo largo de la historia. Y, además de esta motivación deportiva, habrá una económica, ya que la Conmebol repartirá 103,8 millones de dólares en premios, cinco millones más que en 2017 (el campeón recibirá seis millones, el doble que el año pasado).

Independiente. Tras siete años volverá a disputar el torneo en el que es el rey (no hay otro equipo en el continente con más Libertadores). De los cuatro grandes fue el último en conseguir su boleto (por haber sido el campeón de la última Copa Sudamericana), por lo que es el que llega con el rendimiento más aceitado. Integrante del Grupo 7 junto con Corinthians, Millonarios y Deportivo Lara, los de Ariel Holan perdieron a dos de sus pilares: Ezequiel Barco y Nicolás Tagliafico. ¿Quiénes están más cerca para hacerlos olvidar? Fernando Gaibor, Bryan Cabezas y Emanuel Reynoso, todos ellos para ayudar en la creación. Además, el Rojo aún sueña con Silvio Romero.

Boca. Tras un año de ausencia, la Libertadores es su obsesión, por lo que la dirigencia busca cumplirle todos los deseos a Guillermo Barros Schelotto: además del regreso de Carlos Tevez, sumó a Julio Buffarini, Emmanuel Mas y Ramón Abila, todos apellidos de peso, mientras espera por destrabar la negociación con

el Milan por Gustavo Gómez. Estará en el Grupo 8 junto con Palmeiras, Alianza Lima y un cuarto equipo a definir. Y, en caso de que avance en la competición, tendrá dos refuerzos de lujo para más adelante: Fernando Gago y Darío Benedetto, actualmente le- sionados.

River. Más allá de ser el que más fresco tiene el recuerdo de ser campeón (en 2015), la herida por la eliminación en las semifinales de la pasada edición ante Lanús sigue abierta. Tal vez por eso el Millonario le hizo honor a su apodo y desembolsó más de 13 millones de dólares por Lucas Pratto, una vieja obsesión de Marcelo Gallardo. Además, el DT se dio otro gusto, y se aseguró a Franco Armani en el arco, uno de los puntos bajos del equipo. Eso sí, integrante del Grupo 4 junto con Flamengo y Emelec (falta el cuarto equipo), River podría perder a una de sus figuras: Gonzalo Martínez, pretendido desde Europa.

Racing. Es el único de los cuatro que tendrá DT nuevo: Eduardo Coudet. Y el Chacho puede inflar el pecho, ya que a refuerzos de primer nivel (Neri Cardozo, Ricardo Centurión Nery Domínguez, Leonardo Sigali y Alejandro Donatti) se suman las actuales estrellas del plantel (Lautaro Martínez y Lisandro López). Estará en el Grupo 5 al lado de Cruzeiro y Universidad de Chile (falta el cuarto integrante), y buscará sacarse la espina: pasaron 51 años de la única vez que pudo alzar este trofeo.


Fuente Clarín


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