La dirigencia roja alteró el contrato y Emelec desistió. Un
llamado del DT lo resolvió. También se suma Menéndez.
Por Guillermo Tagliaferri
De técnico a negociador. Ariel Holan destrabó la pelea con
Emelec.
Fernando Gaibor desató un día de furia en Avellaneda y en
Guayaquil. Pero el volante creativo ecuatoriano, más allá de haber sido
involuntariamente el disparador de esa catarata de ataques de bronca e insultos
en dos países, nada tuvo que ver. Quedó en el medio de un intento de avivada de
los directivos argentinos que hizo tambalear su pase, motivó una rápida
reacción de Ariel Holan y, al cierre de esta edición, finalmente volvió a
quedar muy cerca de convertirse en refuerzo de Independiente.
El primer enojado fue Nassib Neme, presidente de Emelec,
cuando recibió el documento de acuerdo por la transferencia de Gaibor. No podía
creer lo que estaba leyendo; se enfureció y maldijo al ver modificaciones en el
contrato, con membrete de Emelec, donde los directivos de Independiente
modificaron plazos de pago y otros detalles ya acordados. Neme, hombre de
fuerte carácter y convicciones, bramó: “El pase no se hace. Gaibor se queda en
Emelec”.
El siguiente enojado fue Ariel Holan. Al técnico le disgustó
mucho que se cayese otro posible refuerzo, lo que agrandaba la lista de
gestiones fracasadas -Fernando Belluschi, Alejandro Silva, Iván Marcone, Silvio
Romero, Bryan Cabezas, Emanuel Reynoso- , sobre todo considerando que la
adquisición de Gaibor era una certeza. Inclusive, allegados hasta temieron un
nuevo portazo del entrenador.
Pero superada esa bronca y preocupación, el propio director
técnico arregló la situación. Tomó el teléfono y llamó a Neme para disculparse
por lo ocurrido. Así se reflotó la negociación. “Lo mando para allá por Usted, Profesor”,
le habría dicho Neme a Holan.
Desde Guayaquil volvieron a mandar el contrato, respetando
el original y olvidándose de las modificaciones unilaterales. Una vez revisado,
aceptado y firmado por los dirigentes argentinos -se estimaba que sucedería
anoche a última hora-, se pondrá término a esta dilatada operación y el volante
de creación, de 26 años y con paso por la Selección de Ecuador, será jugador
rojo. Y Holan, principal gestor del final feliz, tendrá al generador de juego
que reclamaba desde la venta de Ezequiel Barco.
Otra incorporación que quedó acordada ayer de palabra fue la
de Jonathan Menéndez. Por el delantero de 23 años surgido en Chacarita -donde
juega su hermano gemelo, Nahuel- y con paso por la filial del Sevilla,
Independiente le pagará a Talleres 3 millones de dólares por el 90 por ciento
del pase. Hoy estará en Buenos Aires para someterse a la revisión médica y
luego firmará un contrato de tres años. El otro jugador de Talleres por el que
venía negociando Independiente quedó descartado: Bebelo Reynoso acordó con
Boca. Fue de mañana, en el arranque de un día bien movido.
Fuente Clarín
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