Por Carlos Maidana
La pronta eliminación en la Copa Argentina no puede
apresurar a nadie a tomar decisiones en caliente.
La derrota ante Defensa y Justicia del lunes y la pronta
despedida de la Copa Argentina le quemó los papeles a más de uno en
Independiente. Es que si bien es cierto que el resultado siempre estuvo entre
las probabilidades que presenta una llave de eliminación directa, nadie
esperaba este escenario tras el debut de Gabriel Milito.
Varias veces ha pasado que ante derrotas que calan hondo se
busque un golpe de efecto para contrarrestar la desilusión que la misma generó.
En Independiente no hace falta ir demasiado tiempo atrás para recordar una
situación que sirve de ejemplo: tras la vergonzante derrota en la Copa Suruga
Bank 2011, el Rojo fichó a Gabriel Milito al día siguiente, de cara a la Recopa
Sudamericana.
Sabido es el interés del entrenador por contar con Pablo
Pérez, hoy en Boca. Sabido también es que Guillermo Barros Schelotto quiere
llevarse a Leandro Fernández, incluso desde antes del inicio del mercado de
pases. A raíz de esto, como contamos en InfiernoRojo Radio, Boca evalúa ofertar
dinero y el pase de Pablo Pérez para llevarse al delantero de Independiente.
Que quede claro: la posibilidad de este intercambio surge únicamente desde el
seno del club de la ribera, no es algo que nació en Avellaneda.
La ansiedad que se observa en las redes sociales no puede
trasladarse a la toma de decisiones. No se dice desde este espacio que así sea,
sino que la idea es poner el tema en debate. La derrota, dura, no puede
apresurar a nadie sobre el cierre del mercado de pases. Ni en el caso
Pérez/Fernández ni en ningún otro. Porque enfrente también estarán atentos a
las necesidades de Independiente que, luego de la derrota, parecen exacerbadas.
Paciencia. Que lleguen los que deban llegar, como se fueron
los que se debían ir.
A conciencia.
Fuente Infierno Rojo

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