Por Cristian Fernández
Independiente derrotó 2-0 a Lanús en el partido de ida de la
segunda ronda de la Copa Sudamericana. Los goles del Rojo los marcaron Leandro
Fernández y Emiliano Rigoni tras una excelente definición por sobre Monetti. En
el complemento el equipo de Milito mejoró y aprovechó las situaciones.
Tanto Independiente como Lanús tienen propuesta de fútbol
limpio, velocidad en ataque, verticalidad y tenencia de la pelota. Presión
alta. O por lo menos eso es lo que pregonan sus entrenadores, porque en el
primer tiempo del cotejo por Copa Sudamericana poco se vio.
Las áreas quedaron lejos para los dos, ya que si bien hubo
aproximaciones sólo fue Ciro Rius, de Lanús, el que contó con una chance
inmejorable para anotar. El local tomó mal parado al Rojo en defensa, Almirón
habilitó al ex Argentinos Juniors que ante un Campaña casi vencido la tiró
directamente afuera.
Por el lado del Rojo, más allá de algún remate de Vera desde
lejos, poco fue lo que provocó el equipo de Milito en ataque. Tuvo la pelota,
por momentos pareció llevar los tiempos del encuentro, pero nunca pudo doblegar
la última línea del local. Así, se hacía imposible imaginar alguna jugada
peligrosa. Ni hablar de una ocasión manifiesta de gol.
En el complemento Lanús cambió y comenzó a presionar a
Independiente en su salida. Esto complicaba mucho a los de Milito, que sufrían
por no poder desarrollar su idea. Además, le costaba mucho realizar el salto de
líneas y, por lo tanto, el Granate creció.
Sin embargo poco duró. Es que a los 10 minutos Cristian
Rodríguez habilitó a Rigoni por izquierda y éste envió un centro al corazón del
área. Monetti salió a cortar, falló y apareció Leandro Fernández para empujar
con el arco vacío.
A partir de la diferencia, Independiente desplegó su juego,
fue más que su rival y justificó el triunfo. Más aún con las contras, con el
ingreso de Barco y con el cierre del encuentro. Sí, en los últimos cinco
minutos el Rojo tuvo más de una ocasión de gol ante un Lanús que se desesperó.
Así fue que a los 43 minutos Campaña sacó largo, Vera la
peinó, un defensor de Lanús la dejó corta y Rigoni a pura velocidad ganó la
pelota y la picó ante la salida de Monetti.
Una definición exquisita que le
permitió al Rojo llevarse un triunfazo de la Fortaleza por 2-0. ¿Pudo ser más?
Sí, Vera tuvo en la última la chance del tercero, pero su remate lo sacó
Marcone en la línea. Ahora falta la vuelta en el Libertadores de América. No
está cerrado, pero encaminado.
Fuente Infierno Rojo
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