Noray Nakis disparó la frase cuando nadie había puesto en
duda la continuidad del técnico. Olé te cuenta cómo está la delicada situación
de cara a lo que se viene.
A Longaniza no lo van a echar, pero podría dar un paso al
costado si el equipo cae. (Foto: Germán García Adrasti)
Por Beto Tisinovich y Favio Verona
Después de sacudir un poco a los jugadores en la sala de la
prensa recriminándoles falta de “personalidad”, Mauricio Pellegrino pisó el
playón contiguo a la platea Erico. Escuchó insultos y recibió una cortina de silbidos
como castigo por el mal funcionamiento del equipo. Los hinchas perdieron la
paciencia, pero al técnico se lo vio entero en la conferencia que dio tras el
pobre empate con Olimpo.
La posibilidad de un alejamiento nunca estuvo en la baraja
en la noche del sábado, pero el vice primero de Independiente, Noray Nakis,
detonó una bomba que nadie había activado. “Pellegrino no renunció”, fue la
frase que sorprendió a todos. “Apenas terminó el partido, estuve en el
vestuario. El conmigo no habló de nada, no me dijo nada extraño. Se fue de la
cancha sin cenar y yo volví con el micro porque no soy de abandonar el barco”,
comentó en El Gran Campeón (AM 1490). Que el DT se haya ido sin cenar no es
ningún indicio de su malestar, ya que la única vez que lo hizo fue el 4 de
octubre del año pasado, luego del 3-0 a River. Ese día recibió su cumpleaños en
el estadio algunas horas antes de viajar a España para renovar su licencia de
la UEFA para dirigir.
Al técnico se lo vio muy preocupado tras la igualdad. Tuvo
una larga charla en la que les dio explicaciones a Nakis, al vice 2°, Carlos
Montaña, y al secretario general del club, Jorge Damiani. “Si en los próximos
tres partidos no hacemos cartón lleno, va a ser difícil pelear el torneo”,
reconoció en la previa. Los números todavía no le dieron la espalda al equipo.
Es Independiente el único que no juega para sí mismo. El Rojo no está peleado
con la calculadora, pero sí parece haberse divorciado del buen juego que había
exhibido en algunos lapsos del semestre pasado. Al DT se lo nota desconcertado:
no encuentra el conjunto, no logró dotarlo de un funcionamiento y está
desaprovechando al mejor plantel de los últimos años.
A los dirigentes no se les pasa por la cabeza la posibilidad
de cesantear a Longaniza, ya que su contrato terminará un mes después de que
concluya el torneo y consideran que sería ilógico hacerse cargo de su
indemnización. Si se va, será por una decisión propia. El Rojo deberá visitar a
Vélez y a Racing y recibir a San Lorenzo en un contexto muy complejo. La
relación del cuerpo técnico con algunos futbolistas está desgastada. “Es un
plazo fijo renovable cada siete días”, le describió un directivo a Olé . Si
pierde el domingo, Pellegrino podría ser historia. Y en el club ya suena un
nombre: Gabriel Milito.
Fuente Olé

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