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sábado, 2 de abril de 2016

Mis respetos, Señor De Felippe.




No quería dejar terminar este día, sin hacer una referencia a Omar De Felippe, naturalmente por su condición de ex combatiente de Malvinas, además de ex técnico de Independiente.

Su fútbol, su esquema, su carácter, podrán gustar o no gustar.

En mi caso, se ha ganado mi respeto. Porque lo cierto es que, con futbol vistoso o sin él, agarró un pésimo equipo de futbolistas elegidos entre el horrendo Javier Cantero y el desactualizado Miguel Brindisi. Un equipo que, cuando él asumió, no era capaz de ganarle ni a Brown de Adrogué en Avellaneda. Y un equipo que, hasta ese momento, apuntaba tener más futuro de Primera B Metropolitana (de hecho, estaba en posición de descenso a esa categoría) que de volver a la A.

No solamente tuvo que luchar contra jugadores horribles como Razzoti, Menendez, Alderete, Pichón Nuñez y otros que trajo el impresentable Javier Cantero, sino que también tuvo que luchar contra los cotidianos desaguisados que el inoperante presidente causaba minuto a minuto.

Jugadores que no cobraban, ante la rotunda incapacidad de Cantero de generar recursos. Empleados del club que no cobraban, por la misma razón, sumado a que Cantero duplicó el plantel de personal sólo para devolver favores políticos a votantes. Un constante desprecio en la AFA, donde Independiente era siempre perjudicado, con sanciones durísimas a los jugadores expulsados (caso Morel) y jugando permanentemente los días Lunes.

Desde su entendimiento, en Enero de 2014, le dijo claramente al presidente Cantero, cuando éste estaba detrás de Insúa y de Matos: "El mejor refuerzo es que los actuales jugadores cobren". Cantero no lo escuchó, y trajo a Insúa en una suma sideral, a pagar por algún otro, generándole eso un nuevo conflicto al plantel, que en ese momento había enderezado el rumbo.

Luego, también debió pilotear la enorme crisis política generada por la pavorosa inoperancia de Cantero, incluyendo un cambio de presidente y ayudas desesperadas de personas que realmente amaban al club, cuyos aportes Cantero venía rechazando.

Con todo ese contexto, con todo ese marco, logró el objetivo de mínima: ascender. Aunque sea agónicamente y en un desempate. pero lo logró.

Si el equipo jugaba bien o no, en este contexto reseñado, es realmente una anécdota.

Mis respetos, Señor De Felippe.



"INDEPENDIENTE SIN CENSURA"

Publicó El Gran Campeón

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