Mientras se recupera de su rotura de ligamentos, Albertengo
avisa que no le genera preocupación la posible llegada de un competidor de peso
por el puesto. “Me gustan los desafíos”, aseguró el delantero, quien podrá
jugar en 75 días.
Por Fabián Rodríguez
Buenos Aires es un mundo aparte. Me costó mucha paciencia
adaptarme. Estaba acostumbrado a llegar rápido a todos lados. En cambio, en la
ciudad a veces el tránsito queda estancado y no podés salir por ningún lado.
Incluso llegué tarde a dos o tres entrenamientos”, cuenta el hijo pródigo de
Egusquiza, una localidad de 500 habitantes que está ubicada al noroeste de
Rafaela. Lucas Albertengo se incorporó a Independiente el 12 de enero de 2015.
Fue un año de cambios rotundos y de desafíos considerables. El delantero de 24
años respondió con diez goles para ser el artillero rojo. Sin embargo, el 30 de
septiembre sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior y meniscos de la
rodilla izquierda. Hoy, se encuentra en Mar del Plata y trabaja de manera
diferenciada con el objetivo de fortalecer los músculos, cuando le restan 75
días para volver a la acción.
-¿Cómo encaraste esta pretemporada?
-Primero pienso en la recuperación y en tratar de ponerme
bien de la rodilla. Es el último esfuerzo, para luego ponerme a las órdenes del
cuerpo técnico y dar lo mejor. A mi manera hago un esfuerzo físico y trabajo un
poco con la pelota. Es una preparación bastante buena, a pesar de la lesión.
-¿En qué etapa de la recuperación te encontrás?
-Empecé la última. Me siento muy bien, nunca tuve
complicaciones. La rodilla respondió desde un primer momento tras la operación
y me permitió hacer los trabajos de la mejor manera. Igual, la idea es no
apurarme, quiero volver cuando esté bien y preparado, porque no sólo es
recuperar la rodilla, sino que uno pierde en la parte física.
-¿Fue el suceso más duro como jugador?
-Sin dudas. Una lesión muy fea, que me hace estar muchos
meses afuera de la cancha. Una situación que había vivido de joven en Atlético
al quebrarme la tibia, pero somos futbolistas y estamos expuestos a estas
cosas.
Albertengo asume los desafíos. Es de esas personas que
afrontan cada situación con el alma. No le esquiva a los problemas, confía en
solucionarlos con su impronta. A través de ella supera este trance y espera que
se concrete la llegada de Germán Denis para aprender y, a la vez, dar lo mejor.
-Puede sumarse el Tanque, ¿cuál es tu análisis del hecho?
-Cada jugador que llegue es importante, más si es de mucha
jerarquía como la que él tiene. Se está hablando y me gustaría que venga Denis,
más allá de que comparta puesto conmigo y que a uno se le haga más difícil
jugar. A mí me gustan los desafíos y estar en un equipo con jugadores de mucha
trayectoria. A uno lo exige a mejorar día a día, a estar al máximo de nivel y
además se puede aprender mucho de ellos.
-Vos fuiste el goleador del Rojo, ¿qué valor le atribuís a
ello?
-Siempre digo que me fijo más en los objetivos colectivos
que en los personales. Nos quedó esa espina de no haber podido lograrlos y a mí
se me terminó la Sudamericana en cuartos de final, en una linda instancia, en
mi primer torneo internacional.
-¿Cuál es tu balance personal del 2015?
-No esperaba que me fuera bien de entrada, pensé que me iba
a costar más la adaptación porque es otra ciudad, otro club y otra repercusión.
Pude responder enseguida y eso me deja conforme.
-¿Y el grupal?
-En el segundo semestre fuimos los que más puntos sacamos,
uno de los que más marcamos y recibimos pocos goles. Hay que seguir así y
mejorar lo que necesitemos. Ojalá logremos el título.
MAR DEL PLATA (ENVIADO)
Fuente Olé
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