Claudio Aquino, figura del 3-2 a River, se quedó para
lucharla y hoy disfruta de su momento en el Rojo. “El grupo cuenta con
capacidad para pelear el torneo”, dice.
Aquino festeja en Mardel.
"Se me vino el mundo abajo. Había bajado de peso para
estar a la par de mis compañeros y ganarme un puesto”, fueron las palabras de
angustia que utilizó Claudio Aquino el 1º de septiembre del año pasado, cuando
le comunicaron que había sufrido una fisura del maleolo peróneo de la pierna
izquierda provocada por una patada de Israel Damonte, en la caída 0-1 con
Estudiantes de La Plata en Avellaneda.
Mauricio Pellegrino y sus ayudantes apuestan a una explosión
futbolística del enganche de 24 años. Lo consideran una opción importante en un
puesto donde no abundan los jugadores de su estilo. Por esa razón, desde que se
inició el ciclo del Flaco en junio del año pasado, el cuerpo técnico trabajó
para ponerlo en forma y le impusieron una dieta que produjo la reducción de
cinco kilos. Sin embargo, una reacción violenta de un adversario cortó esa
intención y lo dejó afuera de las canchas por seis semanas. Justo en el primer
partido que jugaba de titular en el Libertadores de América desde su llegada al
club y bajo la tutela de Pellegrino.
“Quiero demostrar por qué estoy acá”, explica desde Mar del
Plata el jugador que arribó al Rojo en el verano pasado y que en el actual
mercado de pases fue requerido por Nacional de Montevideo para disputar la Copa
Libertadores. Pero Aquino quiso quedarse. Necesitaba desquitarse. Y arrancó el
año con una soberbia actuación, al ser la gran figura en la victoria 3-2 frente
a River gracias a sus dos goles -el primero, una perlita- y una participación
activa para generar juego. Y mientras disfruta de su gran momento, el ex Ferro,
Defensa y Godoy Cruz lo comparte con Olé ...
-¿Cuánto precisabas un partido así?
-Estoy muy contento porque en el aspecto personal estaba
buscando un poco de continuidad y creo que Mauricio (Pellegrino) de a poco me
la ha brindado y pude aprovecharla.
-El dijo que esta actuación era un premio para vos, ¿cómo
recibís esa declaración?
-La verdad es que desde que llegó me dio oportunidades.
Estoy agradecido a él y a todo su cuerpo técnico. Ellos y los directivos no
quisieron que me fuera. Pienso que si hay que pelear un puesto se debe hacerlo
de la mejor manera y después él decidirá quién entra a la cancha.
-Y le mostraste que estás para jugar, además hiciste tus dos
primeros goles en el club.
-Sí, lo primero que tengo que hacer ahora es una buena
pretemporada para agarrar confianza y llegar de la mejor forma al inicio del
torneo. Siento que contra River pude aprovechar la chance que me dieron y eso
me pone muy contento. Más allá de los goles que hice, este partido me sirve
para sumar minutos y tener continuidad, que es lo que estoy buscando.
-¿A qué se debe este presente tuyo?
-Principalmente a mi hija y mi novia, que son mi sostén.
Gracias a ellas estoy viviendo una buena etapa en mi vida y pude reflejarlo en
la cancha.
-Además de tu actuación, ¿cómo evaluás la tarea grupal del
equipo?
-Nosotros no tomamos estos encuentros como amistosos... Yo
lo que puedo decir que el grupo está bien y cuenta con capacidad para pelear el
próximo torneo, que es lo que nos propusimos todos. Y estos partidos sin dudas
nos sirven para agarrar ritmo y tratar de hacer lo que quiere el técnico dentro
de la cancha. Creo que por momentos lo conseguimos y por eso terminamos
ganándole a River.
-¿Por qué en el festejo del gol fuiste a saludarlo a Vidal?
-Es que a la tarde estábamos jugando a la Play con la Pulga
y me dijo que iba a meter un gol. Por eso cuando convertí el primero fui a
buscarlo y lo festejé como si tuviéramos el joystick en la mano.
Mar del plata (enviado).
Fuente Olé
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