Por Denis Fabricatore
Independiente cerró el campeonato con una sonrisa y se
aseguró la localía en las semifinales de la Liguilla Pre-Libertadores. En el
Libertadores de América, le ganó 1-0 a
Vélez sobre la hora gracias al gol de penal de Diego Rodríguez, quien fue muy
silbado por los hinchas durante todo el partido.
Si bien estuvo demasiado impreciso en los últimos metros,
hubo una superioridad absoluta del equipo de Mauricio Pellegrino. Prácticamente
no sufrió en defensa y llevó peligro varias veces al arco rival. Cuando no
chocó con un enorme Alan Aguerre, falló en el último pase.
Martín Benítez, Federico Mancuello y Matías Pisano exigieron
al arquero desde afuera del área y el “1″ mostró autoridad para ahogarles el
festejo. Por su parte, Vélez armó un buen bloque defensivo y se limitió a
esperar algún contragolpe, pero nunca pudo inquietar al Ruso en los primeros 45
minutos. El trámite cambió recién en el complemento, cuando el Fortín se animó
a salir de su campo.
Los de Miguel Ángel Russo intentaron agarrar mal parado al
Rojo, algo que rara vez ocurrió. En tanto, Pellegrino metió mano en el equipo y
mandó a la cancha a Claudio Aquino, Jesús Méndez y Juan Martín Lucero. Los
cambios sumaron fútbol y peso ofensivo, pero se perdió algo de marca. De
cualquier manera, Independiente seguía aprovechando los huecos que le dejaba a
Vélez y asustaba en cada ataque, pero siempre decidía mal en el toque final.
Cuando todos daban por hecho el 0-0, en el tercer minuto de
descuento llegó una jugada que desató la polémica y provocó un final de
película. Benítez capturó un rebote y remató al arco, la pelota pegó en la mano
de Leandro Desábato (por intentar cubrirse del impacto) y Ariel Penel sancionó
la pena máxima. El partido estuvo varios minutos parado, ya que el defensor
mostraba su nariz llena de sangre y aseguraba que el pelotazo le había dado en
la cara, aunque claramente fue su propia mano la que terminó rompiendo su nariz
por la fuerza del disparo.
Una vez calmados los ánimos, el cuestionado Ruso Rodríguez
tomó coraje, se hizo cargo del penal y fusiló a Aguerre con un potente zurdazo,
para luego festejar de cara a la gente que lo reprobó durante toda la noche.
Independiente se quedó con un triunfo agónico y ajustado pero muy merecido,
logrando el objetivo de ser local en las semis de la Liguilla. Ahora deberá
esperar rival: Estudiantes o Belgrano.
Fuente LxR

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