Mientras se entrena en Colombia hasta conseguir nuevo club,
José Valencia apunta a la directiva de Independiente como responsable de su
intempestiva salida del club. “Viví momentos de zozobra y tristeza”, cuenta el
delantero, que revela que no tiene relación con su padre el Tren.
-¿Te sorprendió que Independiente te diera de baja del
plantel con el torneo en pleno desarrollo para poder sumar al Cebolla
Rodríguez?
-No esperaba algo así. Cuando había logrado afianzarme en el
grupo, Pellegrino me dio confianza e incluso pude marcar un gol, pasó lo que
pasó... Pero no hay mal que por bien no venga. Hoy tengo 23 años y el pase en
mi poder para definir mi futuro.
-¿Cómo viviste esos días en los que no te dejaban entrar a
las prácticas y fuiste acompañado por un escribano?
-Fueron días con muchos estrés. En el fútbol hay cosas que
pasan, pero no se pueden decir... No se puede luchar con ciertas cosas que
pasan afuera de la cancha. Viví momentos de zozobra y tristeza, pero por
decisión de algunas personas a las que no les interesa el futuro de un jugador
tuve que irme.
-Fue una decisión de los dirigentes de Independiente o de
Pellegrino?
-No sabría decirte, quizás los dirigentes lo quisieron así.
Pero hay formas... Creo que el manejo del club y las acciones de los dirigentes
dicen mucho de la persona que son y de lo que podés esperar de ellos.
-¿Volviste a hablar con alguien del club?
-Con Albertengo, Pizzini, Mancuello y Méndez, que es con
quien más hablo. Pero con los dirigentes o el cuerpo técnico no tuve contacto.
No estoy esperando esa llamada, pero si llega, la tomaré muy bien. No soy
rencoroso.
-¿Qué les dirías?
-No quiero conflictos, soy una persona tranquila que pelea
por sus cosas, por una justa razón. Me gustaría hablar con los dirigentes de
Independiente, pero sin rencor. El fútbol da muchas vueltas y siempre quedan
las puertas abiertas.
-En esos días conflictivos publicaste una foto con el
Cebolla Rodríguez, el jugador por el que tuviste que irte. ¿Qué hablaste con
él?
-Lo vi dos veces y las palabras fueron claras y directas.
Esto es fútbol y ya sabemos cómo son los manejos, ante eso no podés hacer nada.
Lo que pasaba conmigo no era algo que él había motivado, era una circunstancia.
Yo deseo lo mejor para él porque es un colega y me pareció un buen tipo, con
mucha experiencia y jerarquía.
-¿Y por qué no volviste a Central, que era el dueño de tu
pase?
-Hubiera sido lindo, pero Coudet ya estaba trabajando con su
plantel y no se dio la posibilidad. Así que me fui a Colombia y empecé a
entrenarme solo. Ahora ya mi representante acordó con el club para rescindir el
contrato y espero que a partir del próximo año vuelva a jugar.
-¿Te gustaría jugar en la Argentina otra vez?
-No sé adónde iré, pero me quedó una espina en Argentina por
cómo se terminó mi etapa en Independiente. Quiero recuperar la confianza que me
dieron en Olimpo y en Central para encontrar otra vez mi mejor nivel. En todo
este tiempo no fui a ninguna cancha, ni siquiera para mirar un partido como
espectador. Le dije a mi familia que volveré el día que tenga puesta la
camiseta de un equipo. Me hace mucha falta entrar a un estadio y vivir el ambiente.
-¿Y pediste permiso en algún club de tu país para poder
entrenarte?
-No, me estoy preparando solo con un entrenador personal. No
podía ir a un club por el tema del contrato que todavía estaba vigente con
Central. Debía tener paciencia. Voy al gimnasio y también hago trabajos de
campo con pelota. Y cada tanto juego algunos partidos, pero cuidándome para no
lesionarme.
-¿Qué consejo te dio tu papá para soportar este momento
complicado?
-Con él tengo poca relación. Mínima. A mí me crió mi mamá,
el apoyo ahora me lo dio ella, mi esposa y mi representante Marcelo Ferreyra,
quien me ayudó a destrabar mi situación contractual con Central. Pasé por
momentos en los que te desmotivás, pero hay que volver a levantarse. No es
fácil hacerlo solo.
-¿Por qué no tenés trato con tu viejo?
-Porque lastimosamente se separó de mi madre cuando era niño
y el contacto ha sido mínimo. Yo tenía tres años y por eso siempre tengo que
recalcar que la persona que estuvo a mi lado en mi carrera, la que trabajó para
darme un plato de comida, fue mi madre, sin negar que estoy muy orgulloso de lo
que fue mi padre como futbolista: un verdadero monstruo.
Fuente Olé
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