Pellegrino cree que es clave sacar una diferencia en la ida
ante Racing y las cifras lo avalan: sólo cayó una vez de local y el Rojo ganó
los seis clásicos en su cancha.
Por Favio Verona
La estadística está para romperse. Ojalá sea el año donde
podamos cortar la racha de Independiente en su cancha. Es algo que nos falta.
Este grupo puede seguir dándole alegrías a la gente”. La frase la pronunció
Sebastián Saja antes del clásico del segundo semestre de 2014. Su expresión de
deseo no se materializó: el Rojo le propinó a Racing un 2-1 y extendió su
paternidad. La historia se repitió este año con un contundente 3-0. No parece
importar quién llega mejor o qué equipo lleva estampado el cartel de favorito
en la previa. En los últimos años, el desenlace siempre fue el mismo en tierras
coloradas. Independiente recibió seis veces a la Academia en su estadio y
festejó en todas esas oportunidades, con 13 goles a favor y sólo dos en contra.
Los números no juegan, aunque algunos consideran que establecen un contexto que
condiciona y predispone desde el punto de vista psicológico. “Acá nos sentimos
muy fuertes. Para nosotros es una ventaja importante jugar los clásicos con el
apoyo de nuestra gente. Les hacemos sentir la localía”, aseguró Martín Benítez.
El entrenador y los jugadores creen que será necesario sacar una diferencia el
domingo en casa para ir con cierto margen al Cilindro.
La brecha es aún más amplia si se contemplan los últimos
clásicos disputados en la Doble Visera, ya que en total, el Rojo ganó los últimos
nueve partidos en los que fue anfitrión en su cancha ante Racing y no pierde en
su estadio desde el Clausura 2001 (0-1), con nueve triunfos y un empate. La
actualidad también le brinda un marco de respaldo al Diablo. “Es fundamental
hacerles sentir la localía a nuestros rivales. Un equipo grande tiene que
hacerse fuerte en su cancha”, expresó Mauricio Pellegrino cuando asumió. El
técnico pudo alcanzar ese objetivo. El equipo sólo perdió un partido en el
Libertadores desde su llegada. La única derrota fue ante Independiente Santa Fe
(0-1) por la Copa Sudamericana. Como contrapartida, el precio de esa caída fue
muy alto contemplando que precipitó la eliminación de los de Avellaneda. El
porcentaje de efectividad es tremendo: 83%. En total, disputó 12 partidos
contemplando torneo y Copa, de los que ganó diez, empató uno y cayó en el
encuentro mencionado. Las cifras cierran por todos lados: convirtió 22 goles y
recibió cinco.
Para cerrar bien el año, la casa deberá seguir estando en
orden.
Fuente Olé
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