La ausencia de Jesús, pieza clave del equipo, le generó un
problema a Pellegrino. Sin él, al Diablo le cuesta ganar...
Un golpe de knock out. De esos inesperados, que no permiten
reaccionar en el momento y que, una vez repuesto, cuesta encontrarle una explicación
lógica. Sucedió en el medio de la euforia por la goleada (4-1) a Belgrano y la
clasificación a la final de la Liguilla pre-Libertadores. Y justo le ocurrió a
él. Al eje del equipo, al tipo que juega, distribuye y lidera la recuperación
del balón, con su habitual vehemencia. Por esas cualidades, Jesús Méndez es una
pieza fundamental para el funcionamiento de Independiente, pero recibió la
segunda amonestación de parte de Silvio Trucco por regalarle su camiseta a un
hincha que estaba en la platea. Fue una acción propia del subconsciente, que lo
deja fuera de ese duelo soñado contra Racing, que definirá un lugar en el
repechaje del torneo más importante de Sudamérica.
La ausencia del mediocampista central provocó un problema
para Mauricio Pellegrino al momento de armar la alineación. Es que Méndez
resultó clave para alcanzar la mejor versión del equipo durante el semestre. El
punto de inflexión ocurrió ante Racing, el 12 de septiembre, cuando el Rojo
ganó 3-0 en el Libertadores de América con un Méndez en llamas, que hasta
convirtió un golazo de tiro libre para el 2-0 parcial.
Aquella tarde donde se aferró al escudo de la camiseta y
estalló de emoción en el festejo de su tanto, fue el principio de una racha
determinante. En los últimos siete partidos que jugó Jesús, Independiente
resultó ganador: River, Crucero del Norte, Vélez y Belgrano por el torneo, más
Arsenal y Olimpia en la Copa Sudamericana. Mientras que en los seis encuentros
que faltó, debido a suspensiones y lesiones, el Rojo empató tres (Lanús por el
campeonato más Olimpia y Santa Fe en la Sudamericana), perdió dos (ante el
conjunto colombiano y Aldosivi en Mar del Plata) y sólo venció a Chicago. Por
esa razón, se encendió la alarma.
Méndez representa el fútbol histórico que practicó Independiente.
Los hinchas se identifican con él. Un lazo que se originó gracias a las
virtudes técnicas del mendocino de 31 años, que le permiten, por ejemplo, ser
el máximo asistidor del equipo con ocho. Y, como si fuera poco, cuenta con la
mayor cantidad de pases correctos en el torneo al realizar 921. Sí, el Rojo
pierde a un jugador completo, de los que no abundan, que participa en la
gestación y la culminación de las jugadas.
Para reemplazar a Jesús, Pellegrino se inclinaría por Diego
Rodríguez Berrini, quien mostró una sólida imagen en los 20’ que jugó ante
Belgrano, por su actitud y juego. La duda del entrenador se basa en que el
Torito recién cumplió su segundo partido desde la fractura del peroné izquierdo
sufrida el 11 de abril en el Bajo Flores, aunque la experiencia y la vitalidad
del uruguayo le sacan ventaja a Julián Vitale.
Fuente Olé
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