Por Nelson Laffitte
En su retorno, Diego Rodríguez Berrini ha tenido un
rendimiento magro, típico de cualquier jugador que vuelve a disputar un
encuentro en el máximo nivel. El uruguayo no logró domar la mitad de la cancha
y esa fue una de las claves de la derrota frente a Aldosivi.
Se lo esperó mucho porque su nivel pasado había ilusionado a
los hinchas de Independiente, pero a Rodríguez se lo notó cansado y un tanto
perdido en el centro del campo. En la noche de Mar del Plata no pudo demostrar
sus aptitudes y para colmo sus compañeros no lo ayudaron. Es entendible este
presente ya que hace más de siete meses que no participaba en el equipo
titular.
Reconocido por su alta interacción en el juego, contra el
Tiburón tan sólo realizó nueve pases, demostrando su poca inclusión en el
partido. Por otro lado, nada más hizo una falta pero el árbitro entendió que
fue para amarila y llegó a la quinta en el campeonato, por lo que se pierde la
última fecha. Por último, ensayó un tiro al arco, sin éxito.
Aún quedará la liguilla para que el Torito demuestre y reavive
la llama que encendió en Independiente apenas llegó.
Fuente Infierno Rojo
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