Por Cristian Fernández
El defensor central que llegó de Vélez tuvo sus primeros
minutos desde el arranque con la camiseta de Independiente y completó un buen
trabajo, sin resaltar ni pasar contratiempos.
Tuvo un debut aceptable. Si bien, claro está, Atlético
Rafaela no lo exigió mucho logró cumplir una tarea que le deja el crédito
abierto. Fue complementario con su compañero de zaga, Víctor Cuesta, aún cuando
sólo trabajaron juntos un puñado de días semanales.
Hernán Pellerano se calzó la número dos de Independiente y
salió a enfrentar un encuentro en el que se sabía que serían pocas sus
intervenciones para cortar ataques, pero debían ser certeras, porque la Crema
iba a tratar de aprovechar la contra para lastimar. Y, pese a que la infografía
informa cero recuperaciones, el central ex Vélez paró algunas de las
arremetidas del conjunto visitante.
En el segundo tiempo, tal como le sucedió a sus compañeros
sufrió cuando el visitante intentó descontar mediante centros. En esas pelotas
aéreas cruzadas se notó algunas desatenciones en la última línea roja.
Más allá de esto último, hay que resaltar que cada vez que
tocó la pelota lo hizo con criterio y no equivocó pases, algo primordial para
la seguridad del equipo y la salida del mismo para comenzar el ataque.
Fuerte Infierno Rojo
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