En el predio de Villa Domínico, el líder de la barra brava
de la institución de Avellaneda tuvo acceso a Federico Mancuello y el resto de
los integrantes del plantel para exigir "mayor compromiso en los
partidos".
El Jefe de Seguridad minimizó el hecho pero aceptó que los violentos fueron a hablar cara a cara con los protagonistas porque "son socios y tienen permitido el ingreso a las instalaciones"...
¡Un problema sin solución!
El Jefe de Seguridad minimizó el hecho pero aceptó que los violentos fueron a hablar cara a cara con los protagonistas porque "son socios y tienen permitido el ingreso a las instalaciones"...
¡Un problema sin solución!
La igualdad de Independiente ante Gimnasia y especialmente el flojo rendimiento colectivo volvió a alborotar los ánimos en la institución de Avellaneda. En las últimas horas trascendió otra fehaciente muestra de la impunidad con la que se manejan los integrantes de la barra brava, quienes se acercaron al predio de Villa Domínico y tuvieron libre acceso a las instalaciones para "dialogar" con los jugadores.
Según se supo, Pablo Álvarez, el hincha más reconocido del
sector caracterizado de la tribuna del "Rojo", se encontró cara a
cara con Federico Mancuello, el principal referente del plantel, para hacerle
saber el disconformismo con la actitud del resto del equipo comandado con Jorge
Almirón.
Aunque desde las autoridades intentaron minimizar los
impactos del episodio, jamás negaron el careo entre los simpatizantes y los
futbolistas.
Gustavo Palopolis, Jefe de Seguridad del club, comentó en De Un a Otro Buen Momento de Radio La Red que "Bebote felicitó a Mancuello por lo hecho en la Selección y le pidió una pelota para un niño discapacitado. Se la dio y quedó ahí la conversación".
Gustavo Palopolis, Jefe de Seguridad del club, comentó en De Un a Otro Buen Momento de Radio La Red que "Bebote felicitó a Mancuello por lo hecho en la Selección y le pidió una pelota para un niño discapacitado. Se la dio y quedó ahí la conversación".
Al mismo tiempo, garantizó que la reunión no estuvo pactada
sino que fue casual y que Álvarez tiene acceso permitido a las instalaciones
del predio porque "es socio y hoy por hoy no tiene derecho de
admisión".
"No hubo apriete ni pedido de plata", concluyó su
relato Palopolis, disipando las versiones de fuertes discusiones y amenazas
hacia los jugadores que se preparan para visitar el sábado por la noche a San
Lorenzo. Sin embargo, el hecho volvió a plasmar la asombrosa libertad con la
que se mueven algunos individuos, con mayores privilegios que cualquier
simpatizante común y corriente.
Fuente Play Fútbol

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