Ilustró rrrojo
Veo a los
artistas callejeros ganarse la vida con la habilidad de tocar un instrumento
medianamente bien y hasta a algunos cantar medianamente mal.
Pero
entretienen.
A los que
no tienen “oreja” como vulgarmente se dice, estos artistas populares les
entusiasman hasta calentar las palmas con su aplauso y dejar una contribución.
Otros
tienen oído musical, y dejan su contribución para que sigan viviendo, tocando y
cantando para todos.
Hasta para los que no tienen “oreja”.
Y dejarlos
progresar.
Tal vez algún dia.
Tal vez algún dia.
Veo al
director de una orquesta conformada por excelentes músicos, con sus partituras
por delante y esperandolo, aunque no toca ningún instrumento.
Solo tiene la batuta
Que es la
que convierte ese conjunto de virtuosos músicos en una ORQUESTA.
Y son
reconocidos sus méritos.
Y las
diferencias de tocar en la Filarmónica o en el Recital de Jesús María son
considerables.
Ni que
hablar con respecto a tocar en el subte o en la calle.
Como el opinar
no es algo que alguien bondadosamente te otorgue sino un DERECHO, y a replicar
cuantas veces quieras sin que nadie pueda decir BASTA, te digo y respondo cada
una de tus objeciones. Y si te enojás jodete, porque te aleja de la razón.
A – Tenemos
unos ejecutantes destacados.
B – Lo que
conseguimos es gracias a los solos (musical y futbolísticamente hablando)
C – Algunas
improvisaciones fueron por demás agradables.
D – El Director
de la Orquesta, Banda, Equipo, o como quieras que se llame NO EXISTE.
E – En algunos
momentos los integrantes de la orquesta no saben si por las indicaciones del
Director deben pegarle a los platillos con el arco del violín.
F – Otros atiborrados
de “batutazos” inútiles no saben ni cuál es el arco del violín ni el arco de enfrente.
¿Sabés que pienso?
Que el que dirije ignora las siete notas de la escala.
Y las once que lleva nuestra camiseta.
Es SORDO.
Y no es Ludwig van Beethoven.

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