Por Favio Verona
Almirón no va a tener en cuenta al defensor y los dirigentes
le buscan club, pero hasta el momento no hubo ningún ofrecimiento concreto.
Las estridencias producidas por la desprolija salida de
Daniel Montenegro fueron las mismas que le permitieron a Cristian Tula seguir
en Independiente. Jorge Almirón quiere desprenderse del defensor. Y los
dirigentes buscan brindarle respaldo a las decisiones del técnico. La premisa
es concederle la indispensable dosis de poder que se requiere para manejar el
vestuario sin despertar quejas subrepticias que pongan en riesgo su
estabilidad. Pero a pesar de que todos los caminos conducen al consenso entre
el entrenador y la dirigencia, hay tres factores que aún mantienen al zaguero
en Independiente.
La salida del Rolfi causó un golpe de efecto ajeno a las
pretensiones de los directivos. Muchos creyeron que los tenues silbidos que el
enganche había recibido en algunos partidos eran un indicio de que los hinchas
ya no lo apoyaban. Pero la mayoría de las opiniones vertidas en el termómetro
de las redes sociales denunciaron que la imagen pública de la CD sufrió una
erosión considerable. Hoy, nadie se atreve a asumir el riesgo de abrir otro
potencial foco de conflicto cuando aún no se resolvió el problema principal. De
todas formas, el eje central de esta historia pasa por lo económico. A Tula aún
le quedan seis meses de vínculo con el Rojo. Y los dirigentes creen que, en
medio de un mercado de pases en el que el club deberá seguir acudiendo a la
billetera para satisfacer la pretensiones de Almirón, sería un error
desprenderse del central y tener que abonarle todo el contrato.
La falta de variantes en el puesto también obliga a esperar
hasta último momento. Más allá de la pareja que arrancará el torneo (Emanuel
Aguilera y Víctor Cuesta), el Rojo sólo cuenta con Nicolás Figal por si alguno
de los dos se lesiona o sufre algún contratiempo. Es por eso que el entrenador
exige que le traigan un central de categoría. Y si bien le ofrecieron a
Alejandro Donatti, de Rosario Central, le bajó el pulgar ya que pretende un
defensor más rápido y tiempista contemplando las características de los
zagueros que tiene a su disposición. La búsqueda continúa, pero hasta el
momento no hay candidatos firmes.
Ceder a Tula a préstamo o rescindir su contrato de común
acuerdo son las alternativas más viables que se están manejando. Pero si bien
hubo sondeos de Sarmiento, Instituto y Talleres, aún no llegaron ofertas
concretas. Mientras los días pasan, Almirón evalúa darle a Tula minutos en
algún amistoso para mantenerlo tranquilo. El defensor de 36 años continúa
entrenándose a diario en triple turno a la par de sus compañeros, pero en los
ensayos de fútbol siempre integra el equipo alternativo.
En Independiente, la intención de quienes toman las
decisiones es pasarle la espátula
Fuente Olé
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